"La gente cree que está comprando una marca gallega que ya compraba su abuela y es mentira"

En una reciente entrevista a Carlos Álvaro, el Catalatas, en el programa Código de Barras de la SER, se ha abordado un tema que preocupa cada vez más a los consumidores: la procedencia real de las conservas que encontramos en los supermercados.

"Hay mucha sardinilla, mucho atún, mucho mejillón que llega de fuera, congelado, y que nos engaña un poco el envase respecto a su origen. Eso de ‘bonito del norte’… ¿del norte de dónde?", preguntaba el presentador a su invitado.

Ante esta pregunta, Carlos Álvaro ha aclarado que "el llamado bonito del norte es en realidad el atún blanco, una especie que habita en muchos océanos". El Catalatas indica que "aunque en el País Vasco siempre se le ha conocido así, se trata de un atún más pequeño y de carne más suave". Pero este atún no debe confundirse con el atún de aleta amarilla, que es "mucho más grande, fuerte y musculoso". Su textura es "más firme, muy distinta a la sedosidad del bonito del norte", apunta Álvaro.

El caso del mejillón es aún más evidente: "Lo que está pasando con los mejillones es casi una epidemia", ha advertido Carlos Álvaro. Hace unos meses, era habitual encontrar mejillón gallego en casi todas las estanterías de los supermercados. Hoy, en muchos casos, han sido sustituidos por mejillones que vienen de Chile.

"No digo que sean peores, pero el mejillón chileno que se come en España no le llega a la altura de los zapatos a un mejillón gallego y lo peor es que el precio no refleja esa diferencia”, aclara Álvaro.

No obstante reflexiona y comenta: "Vivimos en un mundo donde todo está subiendo una barbaridad: el mejillón gallego, el de Chile, las sardinillas… Y aunque no tengo datos exactos, me atrevería a decir que el 90% de las sardinillas que se consumen en España vienen del Mediterráneo o del Adriático, y llegan congeladas".

Esto se debe a que las capturas de la auténtica sardinilla gallega —la de la ría de Arousa o de Rianxo— son muy limitadas. Se pesca al alba, antes de que hayan comido, con el arte del seito, una técnica que no daña el pescado. A las pocas horas, ya está envasada. Pero esa producción artesanal no da para abastecer a todo el país.

Para Carlos Álvaro es fundamental que se indique en el etiquetado la especie, la zona de captura y el método de pesca porque “es una pena". "Mucha gente cree que está comprando una marca gallega de toda la vida, la misma que compraba su abuela… y muchas veces no es así; muchas veces viene de fuera", concluye Catalatas.