El Gobierno quiere poner coto a la "publicidad del miedo": estas son las claves de la nueva ley de consumo sostenible
Consumo también quiere que se advierta en los productos de la reduflación y acabar con la obsolescencia programada

El ministerio de Consumo quiere limitar la llamada "publicidad del miedo"
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El Gobierno quiere acabar con la llamada "publicidad del miedo". El martes 1 de julio va a aprobar en el Consejo de Ministros una ley de consumo sostenible, promovida por el Ministerio de Consumo, Derechos Sociales y Agenda 2030, que va a obligar a que los anunciantes apoyen sus afirmaciones con datos reales cuando recurren a este tipo de anuncios.
Esa "publicidad del miedo" son los anuncios que nos alertan de un riesgo que existe, pero sin explicarnos su dimensión real, como por ejemplo hacen aquellos de alarmas o seguros. Consumo va a exigir a las empresas que usen un riesgo o peligro como principal elemento de persuasión que introduzcan información complementaria de carácter cualitativo o estadístico que permita al consumidor valorar su frecuencia, impacto relativo o proporción.
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Serán los organismos de Consumo, tanto el Ministerio como los entes autonómicos y la CNMC, quienes velen porque este tipo de anuncios se ajusten a la ley.
Esta es una de las novedades de la ley, pero nos decías que incorpora también medidas para acabar con la reduflación, la práctica cada vez más extendida de reducir la cantidad de producto que hay en un envase sin tocar el precio. Esto ocurre mucho en las bolsas de patatas fritas o snacks, pero cada vez es más común en más alimentos.
¿Cómo se pretende frenar? Obligando a explicarlo. El nuevo texto va a fijar la obligación de "informar de forma clara y comprensible cuando se reduzca la cantidad del envase o número de unidades incluidas en el paquete y esta reducción se traduzca en un aumento del precio por unidad". Esto van a tener que hacerlo "de forma legible y visible en el punto de venta final", es decir, en el supermercado durante por lo menos 90 días
Y hay otra novedad en esta ley que es la de acabar con las prácticas empresariales que reducen la vida útil de los productos, básicamente los teléfonos u otros equipos electrónicos.
Lo que quiere hacer el Gobierno también con esta ley es prohibir que en el diseño de un producto se limite su vida útil, lo que se conoce como obsolescencia programada. Para ello se prohíbe incluir en los productos características que limiten su duración o inducir a que se cambien baterías u otras piezas antes de lo necesario.

Jordi Fàbrega
Periodista en la Cadena Ser desde 2003. Primero en Barcelona y desde hace más de una década en Madrid...