Lujo exclusivo a precios populares: el desconocido bar de pueblo que acaba de ganar tres premios internacionales
Mala Yegua abrió sus puertas en diciembre de 2024

Antonio Sánchez, en la barra de Mala Yegua.

Madrid
Mala Yegua abrió sus puertas hace menos de un año en Biescas (Huesca), un pequeño pueblo del Pirineo aragonés tristemente conocido por la trágica riada de 1996 y, para los amantes del esquí, porque está de camino a las pistas de Panticosa y Formigal. Pero la vermutería regentada por Antonio Sánchez Melchor acaba de ganar tres premios en la gala de los The World Luxury Restaurant Awards: Mejor Cóctel Bar, Mejor Bar y Mejor Restaurante Gastronómico de Lujo del Sur de Europa.
Más información
"Me esperaba uno, como mucho, ¡pero han caído tres!", explica Sánchez. Poco después de abrir, según detalla, recibió un correo electrónico de la organizadora de los premios contándole que había visitado el local y animándole a que presentara su candidatura.
Pero, ¿qué es exactamente Mala Yegua? Según Sánchez, que previamente había trabajado para algunos hoteles de lujo y para el restaurante de Pedro Subijana en Panticosa, se trata de un "gastropub" situado junto al Ayuntamiento y enfrente del estanco, decorado al estilo de los años 30, con motivos dorados, mármol y terciopelo.
Lujo gastronómico y precios de pueblo
Un "ambiente chic" que, además, dispone de 95 referencias de vermut y con una pequeña carta de platos fríos que el propio Sánchez prepara ante el cliente. "En España la gente no sabe mucho de vermut", dice. "Aquí tengo algunos vermuts exclusivos a 4,50 que en el Merado de San Miguel de Madrid encuentras por 11 euros. Pero claro, en un pueblo de 800 habitantes no puedo poner precios de ciudad".

El vermut es el producto estrella de Mala Yegua (Biescas).

El vermut es el producto estrella de Mala Yegua (Biescas).
Originario de Trujillo (Cáceres), Sánchez llegó a Huesca hace 20 años y se ha quedado. "Hacía falta algo así en el Pirineo", explica. "Yo echaba de menos algo así en la zona y no tenía más remedio que irme a una capital. Ahora, algunos clientes me dicen que he traído un trocito de la ciudad".

El nombre de Mala Yegua se debe a una expresión argentina que evoca retos complicados, pero lo cierto es que el local ha ido bien desde el principio, en buena medida gracias a los esquiadores —con alto poder adquisitivo— que llegan al valle los fines de semana.

Los clientes de Mala Yegua pueden degustar varios platos de marisco con su cóctel preferido.

Los clientes de Mala Yegua pueden degustar varios platos de marisco con su cóctel preferido.
"Ya tenemos muchos clientes habituales", explica. "Gente que tiene una segunda vivienda en la zona y que, antes de comer donde hayan reservado, se pasa por aquí y se toma un vermut o un champagne con algo de laterío, caviar, percebes o almeja de Carril".

Aperitivos fríos, en Mala Yegua.

Aperitivos fríos, en Mala Yegua.
Sánchez asegura que la zona está creciendo muchísimo y que, más allá de las inversiones inmobiliarias, también cuenta con una oferta gastronómica cada vez mejor, con restaurantes como Vidocq, La Era de los Nogales, El Montañés o Cambium.

Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...




