Cala Vento brinda por un fin de ciclo
La banda catalana, que viene de empalmar las giras de 'Casa Linda' y 'Brindis' desde hace de dos años y medio, cierra una frenética etapa en un inesperado concierto en la Sala El Sol de Madrid

Aleix y Joan, que forman Cala Vento, cierran la gira de 'Brindis' en la Sala El Sol de Madrid / ADRIAN YR

Madrid
Aleix y Joan crearon Cala Vento hace 11 años para conciertos como este. Así lo dijeron mientras brindaban con champán tras tocar este jueves en la Sala El Sol de Madrid, donde también anunciaron que pararán para componer nueva música y poder centrarse. Una hora y cuarto antes, estos dos colegas de l'Empordà, había salido para cerrar un ciclo que se inició con la publicación de Casa Linda en abril de 2023 y que se alargó hasta la fecha con la celebración del disco de versiones Brindis. Un álbum que tiene como portada ese choque de vasos que ya es una marca registrada para la banda catalana.
El primer chinchín fue al salir ante las 300 personas que abarrotaban la histórica sala madrileña. Fugazi, un grupo importantísimo para la historia de Cala Vento, sonaba de fondo mientras Joan Delgado se sentaba en su batería y Aleix Turon se colgaba su guitarra. Tras unas pequeñas recomendaciones ante los pogos venideros, sobre todo teniendo en cuenta la columna que parte en dos la sala, avisaron de que este concierto iba a ser especial: "Pararemos para componer. Es el último". Y qué mejor manera para empezar que con la sentimental Un buen año, canción que habla del día en que Aleix y Joan se conocieron.
Historias de bufanda, La comunidad, Tu lugar y Passar pantalla sirvieron para calentar. "Esto de estar aquí fue idea de Joan", reconoció su compañero. El Iceberg Festival 2025, donde iba a tocar Cala Vento, se canceló por motivos de viabilidad económica y provocó un volantazo en los planes de la banda de Montgrí. "Y mejoré la idea", bromeó Aleix. Así es como se les ocurrió premiar a los más de 2.000 suscriptores de su newsletter. Allí estaban algunos de ellos, viendo antes del parón a su grupo favorito. A ellos les dedicaron Gente como tú, donde el sonido cedió, pero apenas se notó por el griterío.
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Se recuperaron en la mitad de la canción y algún flequillo se revolvió más de la cuenta ante el golpe de aire que pegó el altavoz. Los saltos y pogos ya estaban presentes... incluso con Estoy enamorado de ti y las versiones de Insurrección, tema de El último de la Fila, y Lento, de Julieta Venegas.
A sota aigua, cover de Turnstile que cantan en catalán, sirvió de impás para que Cala Vento cogiese aire. Teletecho, Isla desierta, No hay manera y Equilibrio, momento para "bailar con tu compañero de concierto", formaron el pack de temazos que no pueden faltar nunca. Potenciados por la calidad sonora de una sala con tanta solera, el dúo aún sigue impactando. "Es que son solos dos", alucinaba una chica entre el público.
El baile, hipnótico en muchas ocasiones, de Joan sobre la batería y la precisión y tempura de Aleix a la guitarra les convierte en un tándem casi perfecto. En reloj suizo que rara vez falla, pero al que alguna vez hay que renovar la pila. Confesaron sentirse desgastados y con necesidad de centrarse. "Terminamos un ciclo. Son 11 años sin parar, Estaremos encerrados hasta que salga algo mejor que lo que hemos hecho hasta ahora, si no, no sacaremos nada", dijeron. Si anteriormente habían encuadrado a la perfección sus discursos con las canciones indicadas, este momento fue para Fin de ciclo. Y otro brindis.

Cala Vento brinda ante su público un concierto especial en la Sala El Sol / ADRIAN YR

Cala Vento brinda ante su público un concierto especial en la Sala El Sol / ADRIAN YR
Su vigesimosexto concierto en Madrid fue inesperado. "No nos esperábamos terminar en esta sala", confesó Aleix. Aunque ya saben lo que es cerrar gira en ese mismo lugar con Fruto Panorama en noviembre de 2018.
Blueprint, versión de sus añorados Fugazi, dio paso a un hat-trick único. El primer tanto fue con la reconversión de Conmigo, que cuando empezaron a girar con Casa Linda era un tema íntimo y electrónico con el que cerraban los bolos y que hoy en día se ha transformado en un zarpazo pogueable. El éxito Ferrari contó con su backliner a la guitarra y el himno Abril fue el verdadero brindis final. "Creamos este grupo hace 11 años para cosas como estas". Acto seguido, y sonando Il mio canto libero de Lucio Battisti, Aleix y Joan salieron manteados rumbo al puesto de merchandising para vender sus discos y camisetas, como hacen siempre. En una época en la que los festivales y los grandes estadios reinan en la escena musical, estos dos amigos de l'Empordà reman para que la esencia de montar un grupo siga lo más intacta posible. Ya esperamos con ansias su sexto disco.

Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...




