El manifiesto de la cocina futurista del año 1930 que se ha ido cumpliendo, casi, paso por paso
El texto, publicado en el año 1930, deja reflexiones de lo más sorprendentes
El manifiesto de cocina futurista del año 1930 que se ha ido cumpliendo, casi, paso por paso
Madrid
Ainhoa Aguirregoitia ha vuelto una semana más al Hoy por Hoy de la Cadena SER en calidad de colaboradora para hablar acerca de gastronomía en su sección Al Dente. En esta ocasión, la experta gastronómica ha llegado a los estudios centrales de la Cadena SER con un manifiesto muy singular. Un texto, publicado en el año 1930 por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, en el que nos explicaba cómo iba a ser la comida del futuro. Porque además de ser poeta y escritor, Marinetti también era el fundador del movimiento futurista italiano. De ahí que se acabara obsesionando con el futurismo y con el futuro que estaba por venir para acabar cuanto antes con el pasado.
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Un poeta bastante polémico, pues era bastante cercano a Benito Mussolini, que llegó a reclamar incluso la prohibición de la pasta al considerar que volvía a los hombres pesados, cansados, pesimistas y mal nutridos. ¿Y cómo entendía esta persona el futuro de la alimentación? A pesar de que soltara algún que otro disparate como su intención de prohibir la pasta o de acabar con las comidas pausadas, lo cierto es que muchas de las cosas que escribió en su manifiesto se acabaron cumpliendo. Porque Marinetti explicaba que el futuro de la gastronomía pasaba por los aditivos, por los conservantes y por la tecnología en la cocina, tanto para triturar como para emulsionar alimentos.
Las once claves del Manifiesto Futurista
Por lo tanto, Marinetti se adelantó a muchas de esas tendencias que a día de hoy siguen vigentes: "Además de condenar la pasta y demonizar el arroz, el Manifiesto predijo la abolición del cuchillo y el tenedor. Algo muy parecido a los conceptos de Street food que tenemos ahora. También los condimentos tradicionales, poca novedad ahora también, y el fomento de la música, la poesía y los perfumes que se combinan con las comidas". Un manifiesto del que extraemos un total de 11 puntos:
Manifiesto de la Gastronomía Futurista de 1930
1. El manifiesto defendía una armonía original de la mesa. Desde la cristalería hasta la vajilla pasando por la decoración general de la misma. Y toda esa parte de la vajilla iba a ser combinada con los sabores y colores de los platos.
2. Completa originalidad en los platos. En el manifiesto se habla de fórmulas, no de recetas, y parecen sacadas de un laboratorio. Al igual que muchos de los platos actuales, que cuentan con grandes trabajos de investigación por detrás.
3. La invención de combinaciones sabrosas flexibles como, por ejemplo, un complejo plástico comestible, cuya armonía original de forma y color alimenta los ojos y despierta la imaginación antes de entrar en contacto con los labios. Algo que nos recuerda, inevitablemente, a la comida impresa en 3D.
4. La abolición del cuchillo y el tenedor a favor de combinaciones flexibles que pueden ofrecer un disfrute táctil prelabial. Un concepto que recuerda al Street Food actual y el hecho de comer con nuestras propias manos, una opción cada vez más recurrente.
5. El uso del arte de la perfumería para realzar platos. Ellos proponían perfumar una mesa y, en el momento en el que se fuera a cambiar de plato, aparecen unos ventiladores, se llevan ese perfume y aparece otra cosa.
6. Un uso limitado de la música en los intervalos entre un plato y el siguiente, para no distraer la sensibilidad de la lengua y el paladar. Marinetti defendía las experiencias gastronómicas por encima de la comida en general.
7. La abolición de la oratoria y política en la mesa. Esto la verdad es que no lo ha conseguido, porque seguimos hablando sobre política día sí y día también. Y más ahora que las Navidades están a la vuelta de la esquina.
8. El uso medido de la poesía y la música como ingredientes inesperados para despertar los sabores de un plato determinado con su intensidad sensual. Una vez más, el poeta ponía en valor la experiencia gastronómica sobre el resto.
9. Una presentación rápida entre un plato y el siguiente ante las narices y los ojos de los comensales, de los pocos platos que comerán, y otros que no, para facilitar la curiosidad, la sorpresa y la imaginación. Algo que nos evoca a los menús degustación actuales, en los que podemos comer una veintena de bocados.
10. La creación de bocados simultáneos y cambiantes. Bocado que sirven un poco para esa la función analógica de resumir en un solo bocado toda una vida o una historia de amor o un viaje completo al Lejano Oriente. Un punto que nos evoca a la comida fusión y también a esos menús de gustación sobre los que hablábamos antes.
11. La revolución futurista quería llegar también a los electrodomésticos. Las cocinas de las casas deberían estar dotadas con herramientas que aportaran nuevos sabores y texturas. Desde ozonizadores hasta lámparas de rayos ultravioleta pasando por electrolizadores, molinos helicoidales, aparatos de destilación a presión y autoclaves centrífugas y dializadores. Y a pesar de que no hayan llegado precisamente estos electrodomésticos, si que se han democratizado muchos otros como los robots de cocina.
En definitiva, y aunqe el Manifiesto Futurista datara del año 1930, lo cierto es que se ha ido cumpliendo casi paso por paso. La gastronomía se ha convertido en una experiencia en todos los sentidos y la tecnología nos ha ayudado a elevarla a la máxima potencia.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto de vista. En sus reportajes trata de mostrar el futuro que viene haciendo hincapié en temas como la sostenibilidad o el medioambiente, entre otros. También he hecho podcast como 'Cacharradas', streams en nuestro canal de Twitch y vídeos en TikTok.