La Comisión de los 11: el momento en el que los actores y actrices se jugaron la vida y la carrera frente a Franco

Madrid

El equipo de La historia en ruta, con Esther Sánchez y David Botello a la cabeza, ha viajado hasta 1975, año en el que murió el dictador Francisco Franco y con él empezó la Transición española hacia la democracia. En el programa de la Cadena SER han contado con la Cristina Almeida, quien fue una de las abogadas de la acusación en el juicio por la matanza de Atocha, un atentado realizado por un comando militar ultraderechista.

1975 fue un año de cambio, pero también de reivindicación, y es que durante este año el gremio de actores de España protagonizó una huelga histórica. En febrero de ese año, en los camerinos de Madrid se cocía algo más que los nervios previos a una función: los actores estaban hartos de cobrar en negro, de vivir del aplauso y morir en el olvido, y lo empezaron a decir en voz alta.

Una situación insostenible para los actores

Para representar este descontento, se formó la Comisión de los 11. Contaba Almeida que la situación era insostenible: tenían "unas condiciones terribles, los ensayos no los pagaban, tenían horas y horas sin cobrar, cobraban unos sueldos de miseria...", explicaba la jurista, lo que, dice, dio pie a una revolución.

"Había gente con mucha conciencia que empezó a protestar y lo bueno fue que, de repente, entre todos ellos se empezó a cocer un ambiente de huelga", que se materializó con la Comisión de los 11. El actor Manolo Gómez Bur se subió al escenario y desde allí trasladó al público que, por problemas laborales, no habría función.

Lejos de criticarlo, contaba Almeida, "todo el teatro se puso en pie y aplaudió", alabando el hecho de que hubieran tenido el coraje de hacerlo. "Era una sensación tremenda porque luego, cuando salían del teatro, se iban a la cafetería, se reunían, hacían asamblea y cerraban todo", explicaba la jurista.

Los actores "iban por todos los teatros pidiendo que se solidarizara la gente", y es que actores tan reconocidos como Adolfo Marsillach o Fernando Fernán Gómez comandaban una huelga que también despertaba ese gen protestante de la sociedad.

Los actores ayudaron a la sociedad a perder el miedo

"Estábamos entre la realidad y la dictadura, que era otra cosa. Entonces la dictadura era la que daba miedo, pero la realidad hacía que, cuando veías que otros, como eran los actores, se plantaban, la gente estaba detrás de ellos y la ovación decía: 'Estamos con vosotros, aunque no podamos parar, pero entendemos que paréis'", explicaba.

Almeida recuerda aquel momento como algo "muy impresionante" porque hizo a la gente perder el miedo y ver en los actores a "dirigentes de la democracia". Por ello, la huelga de actores de 1975 ha marcado un hito en la historia de España.