Matthew McConaughey, de macizo a actor serio

Durante diez años Matthew McConaughey (1969, Texas) se dedicó casi por completo a la comedia romántica. Se enganchó a ese género tan taquillero junto a Jennifer López en 'Planes de boda' (2001), continuó con otras del estilo como 'Como perder un chico en 10 días' (2003) -y alguna que otra de acción o drama deportivo -y no terminó hasta rodar 'Los fantasmas de mis ex novias' en 2009. Aquella la protagonizó junto a otra Jennifer, ésta vez la Garner, y con ella vuelve a compartir pantalla pero de forma muy diferente en 'Dallas Buyers Club', la película que podría valerle el Oscar

La carrera de más de 20 años de Matthew McConaughey, constante pero irregular en su relación con la crítica, ha estado marcada por el éxito comercial a costa del encasillamiento. Eso no quiere decir que no lo haya compensado con papeles memorables, desde su debut en el cine con 'Movida del '76' (1993), 'Amistad' de Spielberg o 'Contact' de Robert Zemeckis (ambas en 1997). Sin embargo, en 2011 de pronto algo cambió y McConaughey, el guaperas con acento tejano, encanto sureño y torso lucido, se convirtió en McConaughey, el buen actor. Ese año dio un vuelco radical a su carrera: sus personajes eran complejos, sus interpretaciones potentes y sus películas interesantes, como si por fin el ave planeara cómodo y triunfante.

Ese año McConaughey se convirtió en un favorito de la crítica con películas como el thriller 'El inocente', la comedia negra 'Bernie', junto a Jack Black y Shirley MacClane, o la cinta gótica 'Killer Joe'. El año siguiente continuó gustando -y mucho-, con interpretaciones potentes en 'El chico del periódico', 'Mud' y 'Magic Mike'. En este último, el actor impresionó particularmente, ganando varios premios como actor de reparto por su papel de Dallas, un stripper veterano y propietario de un club para mujeres, interpretado con profundidad por McConaughey, como si entendiera perfectamente a un personaje que conoce a su público y sabe darle lo que quiere.

Y ahora, 'Dallas Buyers Club' ha sido para muchos la epítome del talento de McConaughey, en parte porque combina su capacidad dramática con algo que, si bien hecho, gana por completo a los votantes de la Academia: la transformación física (o lo que viene a ser engordar, adelgazar o simplemente volverse feo). Charlize Theron lo hizo y ganó por 'Monster', al igual que Christian Bale por 'El luchador', Anne Hathaway y su look famélico en 'Les Miserables' y sin ir más lejos, el compañero de reparto de McConaughey, Jared Leto, que también se sometió a una alteración radical de su cuerpo y que también es un favorito en su categoría. A otros la jugada no les ha salido tan bien, como Tom Hanks que tras adelgazar una vez más por 'Naufrago' en 2000 desarrolló diabetes, o John Hawkes, que ahora tiene problemas de espalda tras rodar 'Las sesiones', obviado el año pasado en las nominaciones al Oscar.

Por ahora la interpretación de McConaughey como enfermo de sida Ron Woodroof (perdió al rededor de 20 kilos), aficionado al rodeo y homófobo que desafía la Administración y trafica con fármacos beneficiosos pero no permitidos, le ha valido el Globo de Oro como mejor actor dramático, el premio del Sindicato de Actores y otra docena de premios. ¿Y si no se lo lleva? Al actor no le faltan razones para encontrarse en su mejor momento profesional, con su papel inolvidable al inicio de 'El lobo de Wall Street', su éxito con la serie de HBO 'True Detective' o su papel protagonista en 'Intersteller', de Christopher Nolan, que se estrena en otoño.

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Su contendiente principal es Leonardo DiCaprio, cinco años menor que McConaughey pero que se ganó a la crítica años atrás. Si no, volvamos a 1994 cuando DiCaprio disfrutaba de su primera nominación por '¿Quién ama a Gilbert Grape?' mientras que McConaughey estrenaba la muy fracasada 'La matanza de Texas: La nueva generación', junto a una debutante y muy tejana Renée Zellwegger. Esa tejana acabaría por ganar un Oscar años más tarde. Y éste puede que también.