¿Nada que comentar, señor Montoro?

Madrid

Esta semana se ha sabido, gracias al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que Luxemburgo ha venido favoreciendo la evasión fiscal de 340 empresas multinacionales, entre ellas grandes monstruos como Ikea o el Deutche Bank, con las que firmó un acuerdo para que se radicaran en el Gran Ducado y solo pagaran un 2% de impuestos sobre sus ganancias. Un 2% en lugar del 21% de media que hubieran tenido que pagar si hubieran tributado en el país europeo en el que se generó esa actividad económica y ese beneficio. El escándalo afectará al nuevo presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, quien ya ha anunciado que se mantendrá al margen de la investigación.

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Esas son las consecuencias de la globalización, imparables, nos dicen. Pero no es así. Será muy interesante saber si esas multinacionales han actuado igual en Alemania que en España, por ejemplo. En cualquier caso, no hay ningún motivo razonable por el que la globalización no deba atenerse a algunas reglas. De hecho, sí que lo hace cuando se trata de luchar contra el terrorismo, por ejemplo. Además, esos pactos fueron firmados en 2008-2010, lo que significa que Luxemburgo no ha actuado siempre así. ¿No tiene nada que comentar el ministro Montoro? ¿Puede decirnos cuántos millones de euros han dejado de ingresar en el fisco español esas multinacionales desde 2008?