La vida cotidiana en el Antiguo Egipto
El azar de los siglos, ayudado por la excepcional aridez del clima egipcio en el valle del Nilo, ha permitido que de la antigua cultura faraónica se hayan conservado innumerables restos arqueológicos —algunos menos en el Delta—. Esto nos permite hacernos una idea bastante aproximada de su cultura material y reconstruir con ello su propia vida.
Madrid
Los útiles empleados por los egipcios como los cacharros que utilizaban para cocinar, los alimentos que consumían, la ropa con la que se vestían, cómo eran sus casas, qué animales domésticos compartían sus vidas... De todo ello podemos sacar información para reconstruir su vida diaria.
SER Historia: La vida cotidiana en Egipto (25/10/2015)
56:18
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000003881996/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Como, por otra parte, la egipcia fue —junto a la mesopotámica— la primera cultura en desarrollar la escritura, contamos también con abundantes testimonios escritos, en los cuales los personajes que nos interesan aparecen unas veces de pasada y otras con algo más de detalle, cuando no es entre líneas. Y no podemos olvidarnos de la paleopatología, la única ciencia que estudia directamente a esos egipcios cuyas vidas intentamos desentrañar, que al interrogar sus huesos obtiene importantes datos, cada vez más detallados, sobre su alimentación, achaques e incluso su forma de ganarse la vida...
Cuando juntamos todas estas briznas de información conseguimos suficientes datos como para ofrecer una reconstrucción, o al menos sus mimbres, de cómo se desarrollaba la jornada de bastantes de los personajes que vivieron a orillas del Nilo. No es que vayamos a poder reconstruir su día a día minuciosamente, porque por desgracia la documentación no lo permite; pero sí ofrecer una visión general de cómo transcurría la jornada de cada uno. Desde el campesino hasta el ladrón de tumbas, pasando por el ama de casa, el policía, el obrero que construía pirámides o el intérprete de la corte, una treintena de habitantes del Nilo son los que aparecen en las páginas del libro tratados con cierto detalle. Sin olvidarnos, por supuesto, de los grandes prohombres de la sociedad, como el faraón, la reina, el príncipe heredero o el visir; pues la visión general de la sociedad faraónica que pretendemos ofrecer no quedaría completa sin ellos».