Las listas de la vergüenza

Madrid

Ya sé que todos los focos están puestos ahora mismo en el baile postelectoral, que está de lo más animado. Y es lógico que sea así porque en las próximas semanas o meses se van a tomar decisiones que pueden ser trascendentales para nuestro futuro. Pero resulta que hoy nos han caído del cielo dos listas para recordarnos que tenemos una parte de nuestro pasado, como país, del que no podemos sentirnos precisamente orgullosos. Una es la lista de los morosos de Hacienda y otra la de los beneficiarios de las famosas tarjetas black de Caja Madrid.

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A estos últimos, entre los que se encuentra Rodrigo Rato, el juez ha decidido procesarles por los delitos de apropiación indebida y administración desleal; son en total 66 personas que se fundieron más de 15 millones de euros en uno de los ejemplos más palmarios –y vergonzosos también- de los años de locura, de borrachera, cuando el dinero -al menos en algunos ámbitos- fluía a raudales. Ya dirá la justicia lo que tenga que decir pero por los datos que se conocen.....en fin, vamos a ver qué pasa. Y luego está la lista de morosos, ya sean empresas o personas físicas, que acumulan una deuda de más de 16.000 millones con Hacienda. Está muy bien que se haya hecho pública esa lista, y es muy goloso toparse con nombres conocidos, o clubes de fútbol, o empresas muy potentes....

Pero, claro....la pregunta es: ¿y ahora, qué? ¿De qué servirá esto? ¿Servirá para agilizar los cobros pendientes? Esperemos que sí, pero sea como sea, los que ahora están con los pactos, las líneas rojas, la estabilidad, la unidad de España y toda esa movida deberían comprometerse a solucionar esos temas: el fraude desde luego, el fraude en general, y también el uso indecente de dinero público. No creo que a ninguno de los partidos que ahora pugnan por el poder les pueda parecer mal. A lo mejor, si se pusieran de acuerdo en eso, y se pusieran de acuerdo también en no contaminar las instituciones con criterios partidistas, sólo con esos dos compromisos creo que ya no sería tan importante saber exactamente quién gobierna. Pero me temo, al menos por lo visto hasta el momento, que estamos empezando otra vez la casa por el tejado.