Desnudos a las urnas
Rivera resucitó ayer una fórmula que se ha escuchado varias veces desde el 20-D. Que el gobierno lo presida un independiente, como quien contrata a un consejero delegado
Madrid
Vamos a ver y a escuchar cosas asombrosas en el tiempo de descuento hasta que el lunes el Rey reciba a los partidos para enterrar o no esta legislatura. Es el vértigo de saber que en dos meses vuelven a rendir cuentas en las urnas, esta vez mucho más desnudos y habiéndose caído por el camino tantas caretas.
La primera y más importante; Rivera resucitó ayer una fórmula que se ha escuchado varias veces desde el 20-D. Que el gobierno lo presida un independiente, como quien contrata a un consejero delegado. Una cosa es incluir independientes de gran perfil técnico en los gobiernos y otra que la dirección de las acción política se le encargue a alguien no elegido por los españoles.
Pepa Bueno
Pepa Bueno
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La experiencia italiana con Mario Monti y la griega con Lucas Papademos, aquellas anomalías democráticas impuestas por la Troika, deberían vacunar contra cualquier tentación. Ya lo propuso Errejón en enero, y ya entonces nos preguntamos: ¿Es que este parlamento del cambio tampoco nos representa? Aquí no hay un problema de personas, sino de partidos que se vetan unos a otros.
Más cosas sorprendentes. El juez ha pedido por fin la imputación de Rita Barberá. Y a Rajoy le pilló de campaña ya sirviendo copas en el Toboso. Y como suele, tras conocer la noticia, ignoró a la prensa que le sigue. Y a la vez se anunciaba que su vicepresidenta empezará a negociar el jueves que viene con Oriol Junqueras, vicepresidente del gobierno catalán. Ni Rajoy ni nadie en el PP ha explicado todavía qué ha cambiado en Cataluña para ponerse a negociar ahora, a cuatro días de la probable disolución de las Cortes, lo que han ignorado durante cuatro años con mayoría absoluta.
Y para no acabar de cerrar la boca de asombro, Pablo Iglesias elige ahora al eslabón más débil de la cadena informativa, para lanzar una de sus habituales diatribas contra los medios de comunicación. Iglesias no cargó esta vez contra los dueños, los directivos, los comunicadores. Ayer personalizó sus críticas de manera intolerable en Álvaro Carvajal, el periodista que sigue a Podemos en ‘El Mundo’, y lo hizo el mismo día que el grupo editorial para el que trabaja Carvajal confirmaba un ERE, uno más de los muchos que hemos sufrido en todos los medios en estos años terribles para los españoles. Iglesias no hizo ni mención a esa realidad.
