Hoy, todos LGTB

Madrid

Orlando, la ciudad que alberga el mundo ideal de Disney, se va a dormir golpeada por una matanza que toca muchos palos distintos del terror y reabre múltiples debates. El ISIS, el terrorismo yihadista ha reivindicado la masacre de 50 personas en una discoteca gay. El autor, un estadounidense de 29 años, de origen afgano, investigado ya por el FBI por sus vinculaciones islamistas, homófono indignado, según su padre, porque hace un mes vio a dos hombres besándose en Miami. Y utilizó armas compradas, según los investigadores, de forma legal en Florida una semana antes.

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La amenaza del terrorismo yihadista sigue buscando nuevas formas de amedrentar, pero de nada sirven las diatribas racistas de Donald Trump y los que son como él, pretendiendo levantar murallas contra los extranjeros. Omar Mateen estaba dentro y era estadounidense. Como en Francia o Bélgica, el problema está dentro. Y como en Francia o en Bélgica, un político sin escrúpulos como el propio Trump lo utiliza ya en la campaña para las Presidenciales de noviembre.

La facilidad con la que cualquiera compra armas en Estados Unidos ha vuelto a demostrar su potencial destructor, y Obama acaba mandato entre pucheros sin haber podido regularlo.

El origen afgano de Mateen hace reaparecer la larguísima guerra que Estados Unidos libra contra los talibanes desde que la desencadenó Bush tras el 11S.

Y sobre todo, el ataque contra una discoteca gay recuerda, nos recuerda a todos, la distancia que hay entre la aprobación de leyes igualitarias y la realidad. El largo camino por recorrer para pasar de la letra de la ley al respeto real y cotidiano de la libertad. Hoy la comunidad LGTB, lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de todo el mundo, está doblemente de luto. Y toda la gente decente, de doble luto con ellos y con ellas.