¿Exhumamos a Franco de una vez?

Madrid

ERC ha registrado una proposición no de ley en la que pide que sean exhumados los restos de Franco y trasladados fuera del Valle de los Caídos. Es el paso previo para que el lugar pueda convertirse definitivamente en monumento en honor de las víctimas y no de su verdugo. No hace falta ser doctor en Historia del Franquismo para percibir la contradicción que supone que un monumento a los caídos de una guerra lo presida un señor que murió en su cama, o que un dictador que mató en nombre de Dios, dinamitando dos de los Diez Mandamientos de un plumazo, esté enterrado bajo el altar mayor de una basílica cristiana.

Pero además, lo que ahora pide ERC es exactamente lo mismo que recomendó la comisión de expertos que se creó tras aprobar la Ley de Memoria Histórica. Y de eso han pasado ya cinco años. La propuesta será contestada por los de siempre, por quienes sostienen que ideas así sólo pretenden reabrir heridas. Aunque lo que sucede más bien es que cuarenta y un años después del entierro del dictador hay heridas sin cerrar que corren el riesgo de gangrenarse.