"Hay malestar con Trillo en el cuerpo diplomático"

Madrid

Un grupo de 13 antiguos embajadores españoles han hecho llegar al Gobierno una carta en la que piden el cese inmediato de Federico Trillo, el actual embajador en Londres. Le consideran el máximo responsable político del accidente del avión Yak 42, en el que murieron 62 militares.  

Trillo era ministro de Defensa cuando tuvo lugar el accidente, en 2003. Un informe del Consejo de Estado, revelado por el diario El País hace diez días, concluye que su ministerio pudo haberlo previsto. El dictamen habla de la mayor tragedia militar española en tiempos de paz, y apunta a documentos según los cuales "se están corriendo altos riesgos al transportar personal en aviones de carga fletados en países de la antigua URSS".

Según Mariano Alonso-Burón, uno de los 13 firmantes de la carta, los veteranos que dan la cara, en realidad, representan a muchos más: a un gran número de diplomáticos de carrera que continúan trabajando para el Estado: "Somos gente que ha estado trayendo cadáveres de españoles, y que vimos cómo se maltrataron los restos mortales de los militares y a sus familiares". Trillo no pertenece al cuerpo diplomático, sino que fue nombrado embajador en Londres a discreción por el Gobierno.

"Los firmantes tenemos un entrenamiento de más de 40 años de servicios al Estado. Que haya diplomáticos ocasionales siempre me ha puesto nervioso. No queda acreditada ninguna formación. Hay malestar en la carrera diplomática con él", cuenta quien fuera embajador en Omán, Yemen o Canadá, y cónsul en Washington cuando tuvo lugar el siniestro en 2003.

La Moncloa ya ha anunciado que Trillo dejará de ser embajador en el próximo relevo de 73 diplomáticos españoles, algo que Alonso-Burón considera "moralmente insuficiente". Como afirma el diplomático, el informe del Consejo de Estado certifica una "malos tratos a los que habían sido sometidos los compatriotas militares y sus familiares. Una serie de despropósitos que ponen los pelos de punta".

"La reparación moral llegaría a través de un acto de reprobación a Trillo y quizás a la gente que colaboró con él. En cualquier país del mundo el ministro habría causado baja al día siguiente. Pero, ¿recompensarle? Alguien que apenas habla inglés, mandarle a Londres", prosigue Alonso-Burón. De momento, Trillo ha anunciado que, cuando ese relevo natural de diplomáticos tenga lugar, volverá a ocupar su plaza de funcionario en el Consejo de Estado. El mismo que le señaló como responsable en el accidente.