"Muchos y grandes actores mayores están sentados en el sofá"

Madrid

"Los bancos prácticamente se han cargado el país. Han acabado con los sueños de la gente, y a ellos nunca les pasa nada". Esta sentencia podría pertenecer a un extracto de un mitin de la España más agitada, o incluso de una ficción europea, pero no. Pertenece a Un golpe con estilo, la última gran producción norteamericana, en la que Michael Caine y Alan Arkin —los dos, octagenarios— actúan junto a Morgan Freeman, a punto de cumplir los 80. En Hoy por hoy hemos querido conocer el relato de los intérpretes mayores en España, y hemos hablado con Juan Jesús Valverde, el director de los talleres de la memoria de la sociedad de actores AISGE.

"Muchos y grandes actores mayores están tirados en el sofá, en sus casas, viendo la tele. Queríamos sacarles de ahí". Junto a él y durante meses, grupos de actores se reúnen una vez a la semana para compartir vivencias y elaborar sus autobiografías. A lo largo de diez años de talleres, más de 90 actores han publicado sus memorias gracias a este grupo. Cuentan historias de la posguerra, o de aquellos tiempos en los que los intérpretes vivían no solo en Madrid o Barcelona, sino que se buscaban la vida también en los pueblos.

"Hay amargura entre los veteranos porque, para un actor, dejar el oficio es terrible", cuenta Valverde, que también anota que no hay papeles para los actores mayores en España. Pepe Garabias, Paca Gabaldón o Guillermo Montesinos han pasado por este taller al que muchos intérpretes, al llegar, se preguntan a quién les va a interesar lo que ellos puedan contar. "Muchos recuerdan qué les ocurrió de jóvenes, pero no qué han hecho en los últimos diez años", relata el intérprete. Tras mandar algunos de los libros ya publicados a la Universidad Complutense de Madrid, algunos de sus alumnos realizaron investigaciones académicas sobre estos textos.

En la última edición del taller, Jack Taylor, de 91 años, pudo narrar sus peripecias en el cine norteamericano y de suspense, y hasta cómo conoció a Greta Garbo o a Marilyn Monroe. "Siempre que hablo con algún veterano sobre hacer alguna prueba, le pido que no tosa y, también, que logre cerrar la chaqueta", contó durante la presentación de sus memorias. La alternativa, como contaba Valverde, es quedarse en casa.