La Batalla de Belchite, 80 años después
SER Aventureros se traslada a Campo Belchite, tras las huellas de la Guerra Civil, de Goya y de la naturaleza
A 44 km de Zaragoza se encuentra Belchite, un pueblo aragonés que fue el escenario de una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil Española. Cada año miles de turistas se acercan hasta aquí para ver los restos que aún quedan de aquello.
Ahora, la Comarca Campo de Belchite quiere aumentar su turismo ofertando los paisajes esteparios que forman el conjunto de esta zona y de la multitud de experiencias que ofrece su territorio. En concreto, además de la visita guiada al pueblo viejo de Belchite, ofrecen varias actividades como: el avistamiento de aves, senderismo, así como rutas de oleoturismo, relacionadas con almazaras y olivares.
Hoy las ruinas del viejo Belchite, en su día bellos edificios cargados de historia, es uno de los lugares importantes de España para apreciar las consecuencias de una guerra, dónde en solo en 14 días 5.000 personas perdieron la vida. O quizás fueron más.
Tras la construcción del pueblo Nuevo, Belchite fue despoblándose paulatinamente. El obligado abandono, el transcurso del tiempo y el expolio han sido los artífices de la desoladora imagen que ahora presenta el Viejo Belchite. Carlota nuestra guia nos comenta que es hora de restaurar y conservar la ciudad, dice e insiste. Y no entiende que se haya abandonado la ciudad a su suerte durante tantas décadas, nos enseña las diversas construcciones bombardeadas e incendiadas, sin fachadas y sin techos que aún siguen en pie. Prueba de ello son la iglesia de San Martín y los conventos de San Rafael y de San Agustín.
En los alredededores de los Belchite y en toda la comarca, se pueden visitar los refugios, nidos de ametralladora, bunkers, trincheras y puestos de artillería . Una interesante excursión.
Arqueólogos, historiadores y voluntarios entre granadas y casquillos, han trabajado recientemente para elaborar una historia de la Guerra Civil centrada más en lo que cuentan los restos arqueológicos que en documentos o leyendas urbanas.
No todo es destrucción y fatalidad
La Comarca de Belchite también es arte, cultura y gastronomía. Una visita obligada para los amantes de naturaleza y las aves es la reserva ornitológica de El Planerón, una reserva natural propiedad de SEO/Birdlife de 700 hectáreas donde habita una elevada densidad de rapaces, casi todas protegidas, como el Águila Real o el Mochuelo Común. El guía oficial de la zona, el biólogo Iván Blasco, además de explicar todas las curiosidades de la vegetación y la fauna que habita por la zona, sorprende con sus grandes dosis de historia de la Guerra Civil que va relatando durante la ruta.
Otra buena elección de turismo activo es aventurarse por el sorprendente paraje de la Hoz Mayor de Fuendetodos. Un lugar muy especial formado por el hundimiento del techo de una antigua caverna donde, con la ayuda de unos buenos prismáticos, se pueden ver grandes y pequeñas rapaces, tejones, zorros, jabalíes y hasta cabras montesas.
Fuendetodos (Pueblo natal de Francisco de Goya) y Lécera (a menos de 20 kilómetros de Belchite) son las otras dos localidades de la comarca donde se ofrecen otras alternativas muy distintas. Un taller de grabado o la visita a la casa natal del pintor Francisco de Goya son algunas de las propuestas que se podrán realizar en Fuendetodos. A su lado encontramos la Sala Zuloaga, un edificio destinado a exposiciones temporales. En Lécera, el visitante podrá disfrutar de un curso de iniciación a la cata de vinos así como de la visita guiada a las Bodegas Tempore. Toda una experiencia de cuatro generaciones de viticultores quienes se dedican a elaborar vinos ecológicos, sin sulfitos añadidos.
Y para los amantes de la cultura del aceite encontramos la Almazara Molino Alfonso (a la entrada del pueblo viejo de Belchite) con más de 100 años de historia. Un espacio único y singular, en el que este oro líquido y sus derivados son los principales protagonistas.