La vida después de la esclavitud
Miles de niños son vendidos cada año en África Occidental a cambio de dinero o bajo promesas de una vida mejor. La fotoperiodista Ana Palacios ha retratado la vida de estos pequeños después de escapar de la esclavitud en Benin y Togo. Ahora, prepara una exposición, que incluye documental y libro que recoge los testimonios de 20 menores que fueron sometidos tiempo atrás
Uno de los niños fotografiados por Ana durante su estancia en Togo y Benin / Ana Palacios
Madrid
El 21 por ciento de los niños de Togo y Benin sufre algún tipo de esclavitud. Es el porcentaje más alto del mundo. La fotoperiodista Ana Palacios viajó en 2015 a estos países para conocer de primera mano la realidad de miles de niños que han sometidos a explotación, especialmente laboral. "Las familias son extremadamente pobres. Existe la tradición (socialmente aceptada) de vender a sus hijos a cambio de dinero. Estos niños, bajo promesas de enseñarles un oficio, acaban siendo explotados en zonas urbanas o agrarias", explica.
Durante dos años ha fotografiado cómo es la vida de estos menores en los centros de rehabilitación que oenegés como Mensajeros de la Paz tiene en África occidental. "Llegan después de haber sufrido malos tratos, algunos consiguen escaparse y no recuerdan nada de su vida pasada, por eso es muy complicado saber su procedencia. Algunos son incapaces de interactuar, de hablar, sienten miedo. Pero la mayoría, después de un tiempo, consiguen recuperar la confianza a través de un entorno seguro", nos explica.
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Niños de 4 a 17 años que han conseguido cerrar la puerta de la esclavitud a la que fueron sometidos. "A veces no es óptima la reintegración familiar. Se les suele identificar por las escarificaciones que tienen en la cara para saber de dónde proceden. Si se consigue encontrar a la familia y tras varias sesiones de conciliación si la familia está preparada, se les devuelve al niño. Pero en muchas ocasiones no sucede esto. Lo que se hace entonces es reinsertarlos profesionalmente. Capacitar al niño para que aprenda una profesión y consiga ser independiente económicamente y desarrollar su vida con normalidad".
Adolescentes en uno de los centros de rehabilitación de Togo y Benin / Ana Palacios
Adolescentes en uno de los centros de rehabilitación de Togo y Benin / Ana Palacios
Ana ha reunido 20 historias, 20 niños con una infancia rota, pero con un futuro lleno de esperanza. 20 historias contadas en imágenes, en un documental y en un libro que saldrá a la luz el próximo año. "Estos niños habían dejado de jugar, de ir al colegio, lejos de su familia, de su entorno. Se había producido un parón en su infancia. Los pequeños a veces no saben ni en qué país se encuentran". La puerta de atrás, así se llama este proyecto fotográfico y documental que ha sido posible gracias no sólo a Mensajeros de La Paz y UNICEF, sino también a los misioneros Salesianos y a las Carmelitas Vedrunas. "Es una puerta que encuentran para cruzarlas y salir de la esclavitud a la que fueron sometidos".
