'El gran showman': cuando los raros son los buenos

Madrid

Un año después del éxito de La La Land, la revisión del musical clásico por excelencia, se estrena otro musical con canciones compuestas por los mismos compositores, que ya lograron el Oscar el año pasado Justin Paul y Benj Pasek. Precisamente fue el éxito de aquella cinta lo que consiguió que Fox financiara El gran showman, una película de gran presupuesto, 84 millones de dólares, en una industria, la de Hollywood en la que los musicales ya son tan habituales.

El director, el debutante Michael Gracey. llevaba diez años trabajando en el proyecto, que tiene la finalidad de coger la estética de Moulin Rouge con más terciopelo y brillo y el tono de la música de Beyoncé o Rihanna con Hugh Jackman como el gran protagonista y con una reflexión sobre el mundo del espectáculo contra la considerada alta cultura. Hugh Jackman vuelve a demostrar que canta y baila tan bien como en Los miserables en este drama familiar en el que interpreta al empresario circense Phineas Taylor Barnum, inventor de showbusiness y del circo como gran espectáculo del mundo.

Michellle Williams, Zendaya y Zac Efrron completan el reparto de esta cinta con una gran puesta en escena pero que se centra en los dramas familiares y sociales del protagonista, un niño huérfano y pobre, hecho así mismo gracias a su talento y emprendimiento en el mundo del espectáculo pero rechazado por la burguesía y la crítica periodística una y otra vez.

El gran showman incluye a un gran número de personajes: la mujer barbuda, un gigante, trapecistas negros, enanos... perseguidos por los hombres blancos heterosexuales de la ciudad que esperan en la puerta de circo para increpar a los diferentes. Unas actitudes que hoy todavía perduran en la sociedad.

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