Lo que hay que comer este mes
Cuatro ideas para comer bien este mes
Madrid
Los puerros, la col kale, una hamburguesa casera y los huevos serán tus mejores aliados para alimentarte mientras llega el verano.
Puerros
Esta liliácea -prima cercana de la cebolla y el ajo- vive sus mejores momentos cuando llega el calor (y los chicos se enamoran). Aunque solemos acordarnos de ella como ingrediente de los sofritos y sopas como la vichysoisse -en su versión clásica u otras más vanguardistas, como la de pera y gorgonzola o la de zanahoria-, tiene muchísimas aplicaciones (y está muy bueno de todas maneras). Asado en el horno o la barbacoa, con una sencilla vinagreta -con un poco de chile fresco o seco y un huevo duro picado- es un manjar, y al vapor con una salsa tártara también está para ponerle un piso. Si quieres convertirlo en un plato completo, hazlos en ensalada con sardinillas, rabanitos y una dosis generosa de encurtidos.
Col kale
Es posible que hayas pasado más tiempo debatiendo si la kale y la berza son lo mismo, pero con un nombre más moderno, que cocinándola. La respuesta es no, así que ya puedes centrarte en comértela: la manera más sencilla es hornearla unos 12 minutos a 180 grados centígrados, aliñada con sal y un poco de aceite de oliva. Así conseguiremos unas chips crujientes a las que podemos añadir cebolla o ajo en polvo, sésamo o nuestras hierbas secas favoritas. Si la vas a preparar en ensalada, alíñala con antelación y deja que los ácidos de la vinagreta hagan su trabajo para que pierda un poco de fuerza: si la comes tal cual, es posible que te sientas como una cabrita triscando matojos. Un salteado rápido o unos minutos al vapor conseguirán el mismo efecto.
Hamburguesa casera
Prepara tus propias hamburguesas y evitarás pagar a precio de ternera la soja y otros cereales habituales en esos preparados que se venden como “burger meat”. Además, podrás escoger tu corte favorito -te recomendamos que apuestes por llata, aguja, rabillo de cadera, falda o morcillo- y especiarla como prefieras. Es mejor apostar por ingredientes sólido o en polvo; si vas a usar salsas muy líquidas, como la Perrins, hazlo con contención para que la carne no quede hervida.
Los panes industriales suelen tener una miga muy blanda que se autodestruye en contacto con la humedad de la hamburguesa, apuesta por uno artesanol que sobreviva con dignidad a la causa (y de paso no te obligue a usar 300 servilletas de papel para arreglar el desaguisado). Acompáñala con tu queso favorito, bacon, hojas verdes como lechuga o rúcula, un huevo planchado o cebolla pochada, además de salsas al gusto y, al lado, ensalada de col y zanahoria, aros de cebolla o las clásicas patatas fritas.
Huevos
Se pueden preparar de chiquicientas maneras diferentes, lo mismo te apañan una cena que te alegran el desayuno y son el ingrediente principal de una de las comidas más deliciosas del mundo: la tortilla de patatas. ¿Hacen falta más motivos para sentir verdadera adoración por los huevos? Fritos nos recuerdan a las mejores cenas de nuestra infancia, y hervidos durante cuatro minutos y medio nos regalan una yema cremosa dispuesta a mejorar cualquier plato. Si te gustan escalfados prueba a hacerlos mediante la técnica del remolino, la del colador u otras para torpes, con la ayuda del microondas o film de cocina, y sírvelos sobre una tostada con una salsa holandesa y espinacas o champiñones salteados, salmón o bacon: felicidades, ya sabes hacer huevos Benedict. No hay brunch que se te resista.