Cada vez más claro

Hay que salirse a toda velocidad de ese espacio repugnante que la derecha más recalcitrante y el periodismo más zafio intentan, en sucia retroalimentación, que sea el único campo de juego donde se ventile la actualidad, bajo la trampa insidiosa y cínica de que esas falsas o ridículas noticias, pura basurilla, son los temas que interesan a los ciudadanos. Es mentira, claro, pero en ese vertedero hocican unos y otros. Rescatemos que ayer el Congreso acordó revisar el Código Penal para modificar o eliminar delitos como las injurias a la Corona, el enaltecimiento del terrorismo o la ofensa a los sentimientos religiosos. Fue una iniciativa de Unidos Podemos que contó con el apoyo del PSOE y de los nacionalistas vascos y catalanes. Aún quedan meses para que ese acuerdo tenga efectos prácticos, pero este primer paso no es baladí, como lo demuestra la oposición desmedida y vociferante de PP y Ciudadanos, autonombrados garantes únicos de las esencias patrias, que tan felices se les ve cuando se intenta meter en la cárcel a raperos gamberros o actores comecuras. Pero está bien que cada uno se muestre cómo lo que es, y no cómo quieren hacernos creer. Casado, inmerso ayer en lisonjear a su ídolo Aznar, o Rivera, en permanente campaña electoral, han decidido dejarnos claro, día tras día, que ellos son la derecha pura y dura. Les creemos.