Estrábico viaje

Madrid

Se paseaba ayer el Ojo por Sevilla y por Londres, estrábico viaje que solo conduce a la melancolía. Soso e insulso cual acelgas hervidas el discurso de Moreno Bonilla y previsible como la secuencia del metrónomo. Junto al catálogo de las obligadas promesas de leche y miel, las inevitables patadas en las espinillas a Susana Díaz y los socialistas, como no podía ser menos, y alguna boba concesión al victimismo machista de Vox. Poca cosa. En todo. Aburrido. Inane. Insustancial. Tampoco las manifestaciones feministas dieron para mucho, tan valientes como escuálidas.

Más picante había en Londres, que desde 1924 no se registraba una derrota del Gobierno de tal envergadura. El plan de Theresa May para el Brexit se ganó, 432 votos en contra por 202 a favor. Nada que hacer en esta increíble madeja de despropósitos, donde ya se ha llegado al punto de que nadie sabe, gobierno conservador, conservadores contra el Gobierno, laboristas y resto de formaciones, por dónde tirar. Se juegan su futuro, y una parte del nuestro, y no saben qué hacer ni cómo resolver este enigma dentro de un misterio.

Por lo demás, las miserias de policías corruptos y algún banquero encopetado y multimillonario, bien aupado y protegido por Aznar, van saliendo a la luz. Habrá más. Y por último, ¿perdonarán ustedes a este Ojo que tenga un recuerdo mínimo para el niño Julen?