¿Por qué quieren que sufran?

Querría este Ojo que alguien le explicara, mirándole a la cara, que le decía Aznar a Abascal, por qué una sociedad civilizada, que presume de humanista y comprensiva, ha hecho sufrir lo indecible, hasta límites sobrehumanos, a María José Carrasco, 61 años, enferma de esclerosis múltiple en fase terminal. Como ya hizo antes con José M.H o con Maribel Tellaetxe. Recordemos que en 1998, para que vean ustedes lo poco que hemos avanzado en esta democracia tan presuntuosa, hizo lo propio con Ramón Sampedro. ¿Piensan quienes tanto rezan a la piedad o la compasión, en esos enfermos o esos ancianos que solo pueden esperar de la vida que el sol del día siguiente les traiga más dolor y más sufrimiento? ¿No podríamos ser como los Países Bajos, Canadá, Bélgica, Colombia o Luxemburgo? ¿O al menos como Suiza, Alemania, Japón o los estados de Washington, Oregón, Colorado, Vermont, Montana y California, que tienen bien legislado el suicidio asistido? Pues sepan que estamos en este punto por la obcecación culposa del PP, ayudados por Ciudadanos, que impidieron, con tácticas piratas, que el Congreso aprobara este año la ley de eutanasia impulsada por el PSOE y Podemos.

Hay elecciones el 28-A. Y ya debemos tener claro quienes apuestan por el tormento y quienes por la liberación. Sólo faltaría que este sistema inhumano llegara a considerar asesino a Ángel Hernández.