"El mar, la mar" y cómo frenar su deterioro

El mar ha servido de inspiración para la última obra del grupo de artistas urbanos Boa Mistura. El colectivo se ha hecho famoso por impulsar el cambio social con sus trabajos: decorar con versos los pasos de cebra de la ciudad de Madrid o pintar paredes en China, Grecia, Brasil y EEUU entre otras, pero ahora ha participado en el movimiento de concienciación contra el cambio climático “Piel de Atún” en la ciudad de Cádiz.

Han basado su obra, un mural de 1.000 metros cuadrados, en el poema de Rafael Alberti “El mar, la mar” y el vínculo con la ciudad andaluza. Un poema que, en palabras de Pablo Purón, miembro de Boa Mistura, “habla de la manera en que se entiende el mar y el océano desde dos puntos de vista: quienes lo viven desde tierra y los que tienen un vínculo muy directo con la mar, pescadores, marineros, etc.”

Han necesitado dos o tres semanas para elaborar este mural, colocado en suelo del Paseo de Santa Bárbara, frente al mar, además del “proceso precio de investigación, de sumergirte en la inspiración, que lleva más tiempo”. Pablo explica la complejidad de la ejecución, jugando con el reflejo, “el espejo que supone el mar, en el que se puede leer ‘el mar’ escrito en la parte superior y reflejado en el agua es ‘la mar’, lo que tiene una interpretación geométrica que hace que sea un encaje de bolillos milimétrico”. A nivel de ejecución es una de las obras más complejas que han elaborado, asegura, por la colocación exacta, el tipo de pintura y la superficie.

Hace poco más de diez años que Boa Mistura se formó a nivel profesional, aunque el colectivo empezó a finales de los años 90 a pintar grafitis en su barrio. La identidad de este grupo de artistas urbanos se forjó en dos viajes, asegura Pablo Purón: San Paulo y Sudáfrica, que marcaron sus obras llenas de color. “Nos ha marcado ya de por vida tanto artísticamente como humanamente. Estuvimos viviendo tres semanas en una favela con una familia y todo lo que vivimos ahí, fuera de nuestra zona de confort, en un lugar tan estigmatizado, todo aquello que nos ocurrió y que fue tan positivo ha marcado nuestra trayectoria artística y personal”.

Boa Mistura trabaja con las propuestas que les llegan. “Intentamos llegar lo más vacíos posibles, sin prejuicios y con la mente en blanco, porque consideramos que nuestro trabajo, al estar en la calle, tiene que vivir en armonía con todo lo que va a ocurrir y lo que va a convivir con la obra”, asegura Pablo. Tratan de que sea el propio lugar, las historias de la gente, los colores, la cultura y la historia de esos lugares los que les llenen de inspiración. De hecho, antes de llegar a Latinoamérica no trabajaban con color, y fue en Sudáfrica donde descubrieron que “el mensaje debía tener un calado en la gente que va a convivir con la obra”.

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La llamada al cambio de “Piel de Atún”

El pasado 3 de mayo se inauguraron en Cádiz los murales con los que varios artistas urbanos han colaborado en el Festival “Piel de Atún” en Cádiz para concienciar sobre la importancia de luchar contra el cambio climático.

Luis Prieto es el impulsor de este movimiento, basado en el atún por ser un gran indicador del estado de los océanos. Es un pez muy longevo (puede llegar a vivir hasta 6 años) y su proceso migratorio, con una travesía que va desde las aguas del Atlántico Norte hasta el estrecho, pasando por el Mediterráneo en verano y volviendo, recorre más de 3.000 millas náuticas y atraviesa diferentes entornos, entrando en contacto con muchas otras especies. Así, permite detectar si en el océano hay mucho mercurio o micro plástico, el atún lo refleja en su piel, explica Prieto.

El nombre del proyecto sirve de “metáfora de que lo que hace el ser humano afecta a otros seres vivos, a todo el mar y a nosotros a la vez, por lo tanto, es en interés de todos que el mar esté limpio”. Prieto asegura que el objetivo de “Piel de Atún”, que define como un movimiento integrador, es “difundir el conocimiento y que todo ciudadano piense que con sus actos cotidianos de consumo puede transformar la sociedad, o sea que no es que haya alguien que esté contaminando, sino que somos nosotros quienes con nuestras acciones tomamos partido”. Además, tiene un importante componente cultural, porque para el movimiento, “la forma de transformar la sociedad siempre viene a través del arte y la cultura” y para este proyecto de transformación social la participación de Boa Mistura ha sido clave.

“Nosotros con nuestro trabajo no hacemos una transformación muy potente, pero lo que sí hacemos es llamar la atención sobre ciertas cosas que hacen falta”, cree Pablo Purón. Boa Mistura entiende más su trabajo en la calle como un altavoz que como un elemento de transformación social directa.

Para Luis ahora es el momento en el que la humanidad debe escuchar más a los científicos que llevan tanto tiempo alertando de los problemas a los que nos enfrentamos. “En 2050 habrá 10.000 millones de personas, y al ritmo de producción y extracción de recursos al que va la sociedad, va a ser imposible que la tierra nos dé de comer a todos”, y por eso cree en la necesidad de implantar modelos alternativos, “una economía circular que sustituya a la economía lineal, porque las normas que llegan de la Unión Europea van por detrás de los problemas”.

Prieto demanda una transformación radical porque “las generaciones de 16 años no van a tener nada, por eso se manifiestan en el movimiento iniciado por Greta Thunberg”. Uno de los próximos proyectos en los que ya trabaja “Piel de Atún” es el monitoreo que realiza un investigador con fondos de la Fundación Biodiversidad de orcas ibéricas, que no se conocían hasta ahora. Son tres familias de orcas del estrecho que siguen a una matriarca a la que han llamado Toño y que roban atunes a los pescadores. Su objetivo es conocer cómo interactúan con los pescadores y favorecer la convivencia entre ambos.