El bombardeo de Granollers

España

El bombardeo fue muy corto. Empezó poco después de las nueve de la mañana y duró poco más de un minuto. Fue tiempo suficiente para que cinco bombarderos descargaran 60 bombas, todas ellas de unos 100 kilos de peso. El bombardeo fue en el centro de la ciudad, justo cuando estaba llena de mujeres y niños haciendo cola para recibir la comida que se racionaba por la mañana. Murieron 224 personas. 84 eran mujeres, 41 eran niños y dos o tres eran soldados.

En un principio, se culpó a los alemanes del bombardeo, pero al final quedó claro que había sido la aviación fascista italiana apoyando la causa franquista. La población tenía un valor militar prácticamente nulo, y más aún donde cayeron las bombas, alrededor del mercado que se considera el centro de Granollers.

Las condenas internacionales no tardaron en llegar, recordando a Franco que había prometido no bombardear más a civiles indefensos. Incluso el Vaticano, que se había mostrado firmemente a favor de los sublevados fascistas, condenó duramente el ataque. Eso sí: más allá de las advertencias por escrito, nadie hizo nada.

Por desgracia, la novedad que introdujeron los fascistas italianos y alemanes en la guerra civil española, lo de bombardear a poblaciones civiles indefensas, no tardó en convertirse en una práctica de guerra tan normalizada que ahora nos cuesta imaginar un escenario bélico sin masacres en colegios y hospitales.

Vale la pena recordar que aún hay españoles que ven la guerra civil como algo que celebrar o banalizar en sus campañas demagógicas de ultraderecha. Lo suyo tiene mérito: no han aprendido nada.