Vivir solos sale caro
Según el INE, a finales de 2018 en España había 4,7 millones de hogares unipersonales. Una cifra que va a aumentar a 6 millones en 15 años
Madrid
Los últimos datos del INE reflejan que en 2018 casi un 23 por ciento de personas mayores de 65 años vivían solas, la mayoría mujeres; en el caso de los jóvenes, las personas entre 15 y 35 años que residían en un hogar unipersonal había aumentado más de un 4 por ciento en los últimos 30 años.
Pese a que la tendencia es al alza, la cifra de jóvenes que viven solos sigue siendo minoritaria. Influye el elemento económico y las malas condiciones laborales que existen en la actualidad. "Sería una tendencia mayoritaria si los jóvenes tuvieran las posibilidades económicas derivadas de una estabilidad en el empleo", explica María Silvestre, socióloga de la universidad de Deusto.
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La compra, la luz, el agua, la hipoteca o alquiler. En definitiva, los gastos que conlleva una casa. Las personas que viven solas afrontan costes adicionales por esa razón, la de vivir solos. Es lo que se llama la 'tasa single', una especie de impuesto -no establecido- para aquellos solteros que deciden vivir solos, como Sheila. Tiene 38 años y vive sola desde hace 4. "La hipoteca, comprar, pagar las facturas depende de uno mismo. Si no tienes trabajo no puedes vivir solo, no puedes tirar de nadie más".
O Quique, 40 años. Asegura que todo o casi todo está orientado a que ahorren dos o más personas, no una. "Los paquetes de lácteos o los tamaños de muchos alimentos están destinados a dos o más personas. Y a veces se estropean o se pasan de fecha porque no he podido consumirlos".
Vivienda
Quienes deciden vivir solos deben hacer frente a los precios de la vivienda, ya sea en alquiler o en propiedad. Por ejemplo, la comunidad más cara para comprar una casa es Madrid, el precio medio era a finales de 2017 de más de 192.000 euros. Y la más cara para vivir de alquiler es Cataluña: 991 euros al mes, según los datos extraídos del último estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa. Los precios crecen a un ritmo superior al que lo hacen los salarios y a esto se le une la pérdida de poder adquisitivo que hemos sufrido durante los años de la crisis. "Son las mismas comunidades y las mismas ciudades las que registran los precios más altos, y no sólo los precios sino también las subidas más altas. Por ejemplo, en el caso de Madrid los precios de alquiler y compra crecen a un ritmo del más del 10 por ciento. Sin embargo en el resto del país, se ha estabilizado y están en un dos y tres por ciento", explica Beatriz Toribio de Fotocasa.
Otros factores
Pero hay otros dos factores sociológicos importantes: el envejecimiento de la población y los divorcios. Aumentan los hogares unipersonales por el envejecimiento de la población, que afecta especialmente a las mujeres mayores que se quedan viudas o que han decidido estar solteras. Se ha perdido la connotación negativa que existía con respecto a vivir solo, una conducta que históricamente afectaba a la mujer porque su papel estaba vinculado al matrimonio y la maternidad. Y aquí hay un punto de partida: la Ley del Divorcio aprobada en 1981, que dio lugar a la creación de nuevos modelos de hogar. "El divorcio y las separaciones han incidido en la creación de nuevos modelos hogar", afirma la socióloga. En cualquier caso, se trata de una opción residencial más. Según las previsiones, en 15 años habrá seis millones de personas que vivirán solas en nuestro país.