Un corredor de San Fermín: "El encierro es una actividad de riesgo que, sobre todo, conlleva hostias"

Madrid

Algunos mozos que corren los encierros de San Fermín en Pamplona han protagonizado hoy una sentada y han hecho rodar por las redes un texto anónimo en el que afirman que el encierro se está adulterando hasta la "farsa y el engaño", con cabestros y toros entrenados para ir amansados en manada y protagonizar encierros "de trámite".

En La Ventana hemos hablado con dos corredores habituales de los encierros de San Fermín, Jokin Zuasti y Josetxo Espada.

Zuasti ha incidido en la importancia que tienen los encierros de San Fermín, "lo esencial" de las fiestas de Pamplona; y aunque entiende que se busca aumentar la seguridad de los corredores y que "el mundo del toro se ha preocupado porque el toro esté en la calle lo menos posible" señala que los encierros de San Fermín han sido siempre "una actividad de riesgo que, sobre todo, conlleva hostias".

"La marca San Fermín es el encierro de Pamplona y su emoción; ha hecho que esta ciudad tenga trascendencia en todo el mundo", y recuerda que, aunque efectivamente hay mucha afición en las corridas de la tarde para las que se trasladan los toros en el encierro, la popularidad de las fiestas tanto a nivel nacional como internacional no se debe a las corridas sino los encierros de la mañana: "El éxito de la tarde se debe a San Fermín y San Fermín sin encierro -o con encierro descafeinado- es otra cosa".

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Ambos hablan de "intereses contrapuestos", por un lado el de la seguridad y los propietarios de los toros y por otro el de los Sanfermines como espectáculo que necesita cierta emoción.

Espada se muestra algo menos beligerante y asegura sentirse dividido en este sentido: "Entiendo al propietario de los toros que quieres protegerlos de cara a la corrida pero se está perdiendo un poco la esencia del encierro, de esa peligrosidad que tiene el toro bravo". Ambos son conscientes de que se está perdiendo emoción con estos encierros rápidos y mucho más seguros. "La verdad es que la gente se aburre", admite Espada.