Fuego y chinchetas
Música

Mon Laferte: topless y reguetón para que el mundo mire a Chile

La cantante irrumpió en la alfombra roja de los Grammy Latinos con el pecho descubierto y un mensaje pintado que decía: "En Chile torturan, violan y matan". Hablamos con ella para que nos cuente qué está pasando en su país y, de paso, la felicitamos por llevarse el premio al que estaba nominada

Mon Laforte posó así en la alfombra roja de los Grammy Latinos / Mindy Small Getty Images

Madrid

No son ni las nueve de la mañana en México y Mon Laferte descuelga el teléfono para contestar a las preguntas de Fuego y Chinchetas. Tiene ganas de hablar de la violencia en las calles de su país, Chile. “Lo viví en carne propia, estuve participando activamente de esas manifestaciones en Valparaíso con mi familia. La violencia es tremenda, se siente mucha angustia, hay gas lacrimógeno en todas partes, uno no puede caminar libremente porque no puede respirar con ese aire y la gente tiene mucho miedo”, lamenta. La gente de la generación de su madre recuerda la dictadura del 73 y cuando comenzaron las protestas la llamó llorando. Sigue teniendo el miedo que ya no tienen los jóvenes que han salido a la calle: “Protestan por las desigualdades, porque los servicios básicos como la salud, la educación o el agua no son gratuitos, está todo privatizado, es todo ilegalísimo”, resume la cantante.

Los estudiantes llevan años manifestándose en Chile. La Revolución Pingüina clamaba en 2006 por una educación gratuita de calidad que destronara la privatización impuesta por la dictadura de Pinochet en los años 70. Así, a lo largo de estos años se ha despertado una conciencia crítica en el país que ha estallado -como todas las grandes explosiones- con un detalle sin mucha importancia: la subida del precio del metro fue la gota que colmó el vaso. La ola de protestas que se desencadenó ha llevado al gobierno de Piñera a comprometerse a reformar la Constitución, pero eso sigue sin detener la violencia en el país: “Es un buen punto de partida pero tiene trucos. La participación del pueblo no es del 100%, las personas que integren esa comisión que redacte la nueva Constitución se van a elegir mediante de votos y para poder votar tienes que estar en una lista de partidos. Al final los votos no van a ser para las personas, sino para el partido que tiene más votos”, critica Laferte que tiene muy claro que “no se puede avanzar en un país que sigue con la Constitución de la dictadura”.

Mon Laferte va mucho más allá en su protesta. Como se podía leer en su pecho en la alfombra de los Grammy Latinos, ella denuncia que, en Chile, los policías y los militares “torturan, violan y matan”. Recientemente, la artista ha estado tocando en barrios y poblaciones de su país, pero la música era lo de menos en esas visitas: “Era la excusa, llevábamos abogados y psicólogos para poder ayudar a la gente que no tiene acceso a eso. Al menos les dábamos una guía hacia dónde ir. Vimos casos muy fuertes de vulneración de derechos humanos y los niños están muy afectados por esto que está pasando. Se les pedía que dibujara cosas y hacían dibujos muy fuertes, parecía una película”, recuerda. “Se ha visto una represión brutal, hay casos de violaciones a mujeres y a hombres. Chile es el país donde más gente ha perdido ojos por disparos. Gente a la que se les quedaron los perdigones dentro del cuerpo y ya no se pueden sacar”.

Mon Laferte durante su actuación en los Grammy Latinos en Las Vegas / Ethan Miller

Con todo eso en la cabeza, Laferte acudió a la ceremonia de los Grammy Latinos. Su último disco, Norma, estaba nominado en la categoría de Mejor Álbum de Música Alternativa y ganó el premio: “Me dio mucho gusto haberlo ganado. Estaba tan nerviosa, tan descolocada, que casi se me olvidó que iba a eso. De estar hablando con las asociaciones en defensa de los derechos humanos, participando activamente de las protestas en Chile, llego a Las Vegas. Fue muy fuerte el contraste. Tienes que ir a la ceremonia porque estás nominada pero, sin desmerecer el premio para nada, fue lo último que me importó en ese momento porque yo llevaba la idea clara de que quería manifestarme de alguna manera. Me sentía incomoda en la alfombra”. Al final acaparó todos los flashes esa noche. Su mensaje dio la vuelta al mundo y era un mensaje doble porque con el pañuelo verde que llevaba al cuello hacía un guiño al movimiento que pide la legalización del aborto en Latinoamérica.

Mon Laferte es la artista chilena más escuchada en Spotify (con casi 4 millones de reproducciones mensuales) y tiene dos millones y medio de seguidores en Instagram, una plataforma que también utiliza a menudo para sus reivindicaciones, que a menudo también tienen que ver con su defensa de los animales o la lucha LGTBI. Cuando subió a la red social su foto en los Grammy Latinos, se adelantó a la censura poniendo dos flores sobre sus pezones, pero, a pesar de las dificultades, conoce bien el poder de estas aplicaciones: “¿Cómo lo hacían en el 73, cuando la gente no tenía móviles ni internet? Debió ser terrible porque la policía, los militares, hacían lo que les daba la gana. La gente desaparecía y no volvían a saber nada de ellos. En cambio, hoy, el mundo se puede enterar de lo que pasa, de las violaciones de derechos humanos, gracias al teléfono. La gente es reportera 24 horas. Hago este acto de manifestarme en la alfombra roja y se hace viral al momento. Internet tiene mucho que ver y lo agradezco mucho”.

Plata ta ta, un reguetón crítico

La artista chilena siempre juega con distintos estilos musicales. Canta con soltura boleros, canciones de rock, soul o pop pero todavía no se había atrevido con el reguetón. Se lo estaba reservando para su canción más crítica: Plata ta ta. “Quería que fuera una canción bailable, sencilla, fácil de digerir, porque así se hace la música masiva, que es lo que tiene que ser”, argumenta. Precisamente, esa canción también habla de los pañuelos verdes y de las redes sociales: "Esta generación tiene la revolución// Con el celular tiene más poder que Donald Trump". Si la hubiera presentado en junio, seguro que muchos medios musicales dirían que es una de las canciones del verano. Ahora podemos asegurar que va a abrigar este invierno lleno de conflictos en tantas partes del mundo.

Mon Laferte: topless y reguetón para que el mundo mire a Chile

El origen catalán de Mon

Mon Laferte empezó a cantar de niña y ya en el colegio ganó algún premio por su música. Con tan solo 13 años consiguió una beca para estudiar en el conservatorio de Viña del Mar pero pronto decidió que prefería ser autodidacta y tocar en bares en vez de en auditorios. Se crio en una casa llena de mujeres: su madre, su hermana y su abuela Norma, de quien heredó su primer nombre y el título de su último trabajo. Porque poca gente sabe que Mon Laferte en realidad se llama Norma Monserrat Bustamante Laferte. Un nombre catalán y un apellido español que aquí no pasan desapercibidos: “Mi madre tenía una vecina que se llamaba Montserrat y era un nombre que nunca se había escuchado en Chile y le llamo la atención, por eso me lo puso”, cuenta.

Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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