Elegir como gobierno legítimo al bando golpista
El 4 de mayo de 1938 no fue un buen día para España. De hecho, España llevaba casi dos años malos
Lo que diga la Iglesia
01:39
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1588552977_503566/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Todo había empezado en julio de 1936, cuando buena parte del ejército se había levantado contra el gobierno legítimo de la nación para imponer un retorno al oscurantismo y la represión que habían caracterizado gran parte de la historia moderna del país.
Entre las cosas que reivindicaban estos militares liderados por el general Franco estaba un retorno a la posición de privilegio de la iglesia católica en la vida social y política de los españoles. La república, la institución contra la que se habían levantado, estaba intentando que se abriera paso una sociedad más progresista y laica, pero esto enfureció tanto a la iglesia como a los militares.
De hecho, el propio Franco no dudaba en catalogar la matanza de compatriotas que estaba realizando como “cruzada nacional”; una cruzada en la que se había bombardeado a población civil desarmada sin ningún tipo de contemplaciones, y se habían perpetrado matanzas como la masacre de Badajoz, en la que fueron ejecutados a sangre fría miles de ciudadanos, incluyendo a mujeres y niños.
Pero los miles de asesinados del bando fascista no fueron suficientes para disgustar a la iglesia católica. El 4 de mayo de 1938 la Santa Sede tuvo uno de sus días más negros, al reconocer como legítimo gobierno del estado español a los militares dirigidos por Franco. Este, como agradecimiento, siguió mostrando su distancia sideral con los ideales de Jesucristo durante el resto de su cruzada nacional. Ironías de la vida.