La reina Ranavalona
Durante el siglo XVII, la isla de Madagascar estaba dividida en pequeños estados y etnias. El objetivo de cualquier gobernante era unificar bajo su mando toda la isla
SER Historia: La reina Ranavalona (10/05/2020)
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Madrid
Este proceso se aceleró bajo el reinado de Radama I (1793-1828) quien, gracias a sus tratados con los ingleses, inició una tímida modernización que implicó la apertura de las primeras escuelas y la adopción del alfabeto latino en lugar del arábigo. Sin embargo, de la mano de los ingleses, entraron numerosos misioneros cristianos y mercaderes europeos que harán que la historia de la isla cambie para siempre. Bajo el reinado de Radama se trajo industria y progreso a la isla más grande de África.
Pero después de la sospechosa muerte de Radama en 1828, sin descendencia, fue sucedido por su viuda Ramavo, tras un golpe de estado eliminando a los miembros de la familia de su marido para que no hubiera candidatos a la sucesión del trono. Se hace llamar Ranavalona I y fue el primer monarca femenino desde la fundación del reino de Merina en 1540. No tuvo ningún reparo en aterrorizar el país durante 33 largos años tras echar a los ingleses y franceses y perseguir a la religión cristiana. Desde el rova o palacio de Antananarivo, continuó con la tímida modernización del país, introduciendo avances tecnológicos europeos y una moderna burocracia al tiempo que se erigía como la defensora de las tradiciones seculares de la isla. Una vez ella dijo: "No siento vergüenza ni temor por las costumbres de mis antepasados”. Ejecutó a rivales políticos de las maneras más extravagantes, siempre sin verter sangre.
Ranavalona ha pasado a la historia como una mujer de mucho carácter, ambición y voluntad de hierro. Lo que la convirtió en déspota y genocida. Se hacía llamar Ma Dieu (mi diosa) fruto de su megalomanía. Y sus enemigos la apodaron “la Calígula femenina” o la “Bloody Mary de Madagascar”. Rechazó a los agentes ingleses, y se negó a recibir el subsidio estipulado por esta nación. Ella, sin embargo, no permitió que se reactivara el tráfico de esclavos, algo habitual en reinados anteriores.
Ranavalona la tomó especialmente con etnias malgaches que no eran de su agrado y con la cruel persecución de los cristianos. Los misioneros se negaron a realizar el trabajo de educación que ella imponía y fueron gradualmente expulsados del territorio en 1835. Sólo a unos pocos técnicos independientes, como el aventurero francés Jean Laborde, se les permitía actuar y modernizar el territorio al introducir nuevas industrias como la metalúrgica y la química.
Falleció el 18 de agosto de 1861 y fue sucedida por su hijo Radama II, que tuvo un reinado breve en el que las relaciones con Europa se restablecieron. Hubo otras reinas y muchos conflictos internos, hasta que en 1883 Francia invade Madagascar entablando una guerra con los malgaches, mientras reinaba Ranavalona III, que su depuesta y desterrada. Para el año 1896 comenzó a ser colonia francesa y la utilizó como recurso maderero y especies exóticas, como la vainilla. El país no se independizó definitivamente hasta el 26 de junio de 1960 para convertirse en la República de Madagascar.