Todos contra Vox: los argumentos de la primera sesión del debate de la moción de censura a Pedro Sánchez

A las 9.00 ha comenzado el pleno en el Congreso en el que se debate la moción de censura con la que Vox pretende hacer presidente a Santiago Abascal, una moción destinada al fracaso porque no cuenta con respaldo ni en los partidos del Ejecutivo de coalición ni en los de la oposición y que servirá más para saber dónde se coloca el PP respecto a la extrema derecha. Solo la apoyarán los 52 diputados de la formación de ultraderecha y el PP ha anunciado que sus diputados no apoyarán la moción, sin desvelar si el voto será no o abstención. Desde primera hora de la mañana se han concentrado frente a las puertas del Congreso, en la Carrera de San Jerónimo de Madrid, varias personas con banderas de España para dar su apoyo a la moción de censura de Vox. La diputada de Vox Macarena Olona se ha acercado a hablar con ellos al llegar al Congreso. Los concentrados gritan «vivas» a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. El debate arrancó a las nueve de la mañana con el turno del diputado por Barcelona y candidato de Vox a las futuras elecciones en Cataluña, Ignacio Garriga, que se encarga de defender la moción utilizando la tribuna del Congreso para desplegar sus temas favoritos: «gobierno socialcomunista», «inmigración ilegal» y «virus chino». Garriga ha defendido que «esta moción no es una operación de marketing es un deber nacional que asumimos ante la inacción del resto de formaciones políticas». El diputado de Vox ha asegurado que «Sánchez, Iglesias y los separatistas comparten agenda», y que esta moción pretende «evitar las políticas gubernamentales de odio nacional». Garriga ha hablado de «Gobierno ilegítimo» y ha acusado a Pedro Sánchez de ser «símbolo de la mentira y el fraude»: «Son el Gobierno que ha traído la ruina y la muerte». El diputado de la formación ultra ha acusado al Ejecutivo de Sánchez de «poner una maquinaria de violencia contra Vox»: «Esto comenzó cuando Pablo Iglesias declaró la alerta antifascista tras las elecciones en Andalucía». También ha acusado al Gobierno de «derrochador» al «traer al Consejo de Ministros a un matrimonio», en referencia al vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero. El diputado de Vox ha clamado contra la gestión del Gobierno de Sánchez en la gestión de la pandemia de COVID-19 en España. «Este Gobierno es el responsable de la peor gestión de la pandemia en todo el mundo. Vox ya lo avisó», ha dicho Garriga. «Usted, señor Sánchez, tenía la información y la ocultó. ¿No se podía saber el 31 de enero cuando Fernando Simón dijo que no habría más de uno o dos casos?», ha preguntado. «En enero, todos ustedes ya lo sabían. Mucha gente ha muerto por lo que ustedes no han hecho», ha llegado a asegurar. «La pandemia ha demostrado que existen motivos urgentes para desalojar al Gobierno», ha asegurado el diputado de Vox, que ha hablado de acabar con «un Gobierno ilegítimo e ilegal» que busca «convertir el estado de derecho en un estado totalitario y mafioso». También ha censurado el «feminismo enloquecido» que, en su opinión, tiene el Gobierno: «Han hecho de la mujer una víctima». Garriga ha asegurado en su intervención que al Ejecutivo de Sánchez «solo le importa el conflicto y enfrentar a los españoles»: «Siembran el odio y se enriquecen con ello, viven de la división y el enfrentamiento. Avivan viejos odios ya olvidados». Garriga también ha cargado contra la inmigración: «La inmigración ilegal es una condena para las generaciones presentes y futuras. La izquierda lleva años viviendo de espaldas a los problemas de los españoles», ha asegurado el diputado de Vox. «No hay conflicto social en el que no se pongan del lado de los que quebrantan la ley», ha señalado Garriga, que acusa al Ejecutivo de calificar de «cosas de niños» el asunto de la llegada de inmigrantes a las costas españolas. Garriga ha acabado su defensa de la moción de censura durante una hora y 20 minutos y acabado así: «Ya hemos ganado porque solo pierde quien no tiene convicciones. Que Dios les bendiga y que Dios bendiga a nuestra patria». Tras el diputado catalán interviene Santiago Abascal, el candidato de esta moción de censura, para exponer sin límite de tiempo el programa político del gobierno que pretende formar. El presidente de Vox ha calificado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de «mafia» y de ser «el único Gobierno de la democracia que ha atacado al jefe de Estado, a la Justicia independiente, a la oposición democrática y al Estado de Derecho». Al presidente Pedro Sánchez le ha llamado «mentiroso sin escrúpulos» y le ha afeado su «ansia de poder». En su intervención para defender la moción de censura que ha presentado su grupo, ha acusado también al Gobierno de haber «convertido en partidista la televisión pública, el CNI, el CIS y cualquier institución que se les ponga por delante». «No son ustedes un Gobierno, son un Frente Popular socialcomunista en alianza con separatistas y terroristas, una mafia y a los españoles se les ha terminado la paciencia», ha añadido. Abascal ha defendido que el Gobierno de Sánchez es «el peor en 80 años de historia» y ha demostrado ser además el que «peor ha afrontado en el mundo la pandemia de coronavirus». Por eso, ha advertido, los diputados que le apoyen y le den su confianza a la hora de votar la moción serán «responsables ante el pueblo español de sus ya públicas y conocidas fechorías». Abascal ha asegurado que si triunfa la moción de censura formará «un gobierno de emergencia nacional», de «mínimos», para convocar elecciones: «Hasta la celebración de elecciones, conformaría un gobierno reducidísimo. Un gobierno de transición y de emergencia». «Los españoles podrán votar sin miedo como ocurre ahora en algunos territorios», ha asegurado. El líder de Vox también ha hecho referencias descalificatorias personales a los diputados de Podemos, a los que ha acusado de vestir en el Congreso de los Diputados «peor de como exige la etiqueta en los botellones de la facultad». Tras el discurso de Santiago Abascal, da la réplica por parte del Gobierno el presidente Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo ha asegurado al inicio de su discurso que no va a entrar «en las provocaciones» de Vox: «Esta moción de censura es de todo menos constructiva, sabe que no tiene la menor posibilidad de tener la confianza mayoritaria de la Cámara». «Pese al tiempo transcurrido desde el inicio de la moción, lo único que hemos escuchado no va más allá del insulto y la descalificación», ha dicho Sánchez a Abascal, al que ha recordado que no ha hecho ninguna propuesta y sí soltado muchos insultos. «Usted ama la España tenebrosa de Torquemada», le ha dicho Sánchez. Sánchez ha acusado a Vox de pretender, con su moción de censura, «torpedear» y «quebrar» la unidad que se necesita en este momento. «No lo va a lograr», le ha dicho, y ha lamentado la «tormenta de palabras de la ultraderecha» llamando al Gobierno «criminal» o golpista, hablando de «feminazis e invasiones bárbaras y virus chino» cuando omite las palabras que hablan de los «problemas de verdad» de los españoles, como «pandemia, empleo, salud, empresas, crispación política, tensión territorial, pobreza o incertidumbre». «Para esos problemas que son reales ustedes no tienen ninguna solución ni ustedes ni quienes le secundan desde la derecha tradicional», ha dicho el jefe del Ejecutivo. «Necesitamos la unidad de todos, agentes sociales, colectivos civiles, partidos, y esa unidad que necesitamos como país para desafíos por delante es lo que ansía torpedear», ha lamentado Sánchez, quien ha subrayado que no se le ocurre «tarea mas noble que legar a nuestros hijos un país en concordia». Ante los constantes ataques de Abascal a la gestión del Ejecutivo sobre la pandemia, Pedro Sánchez ha pronunciado una firma defensa de Fernando Simón, el epidemiólogo portavoz del Gobierno desde el inicio de la crisis sanitaria. «Me siento orgulloso y afortunado de su trabajo», ha dicho. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha asegurado que la única buena noticia de hoy es que el debate de la moción de censura es justamente eso (y no un golpe de Estado): «Ir de Tejero a Torrente 6 está muy bien». Rufián ha criticado a la derecha española por no aislar a la ultraderecha, como sí sucede en Alemania, y en vez de eso apoyarse en sus votos para «retirar a martillazos la placa de un torturado por la Gestapo, como Largo Caballero, o reducir a la mitad el presupuesto de la lucha contra la violencia machista, como en Andalucía». Rufián también ha atacado directamente al líder de Vox: «Si Iglesias y Montero son los marqueses de Galapagar, después de comprarse una casa de dos millones de euros en Madrid, ¿usted qué es?». También ha llamado frikis a los de Vox y ha asegurado que Jesús Gil sería su diputado número 54 porque el número 53 vive en La Zarzuela. Rufián también ha cargado contra el Gobierno, instando al PSOE a «dejar morir» al PSOE de Felipe González y José Luis Corcuera, y se ha dirigido directamente a la gente de los barrios: «Abascal votó en contra del salario mínimo, de los ERTE, de la subida de los pensiones, de preservar este planeta o de que en este país se asesinan a decenas de mujeres cada año [...] Vox no son de los tuyos, votan cada semana en contra de tus intereses. Votan cada semana contra la España que madruga. Votando a Vox estás votando al jefe que te explota, al juez que te condena, al periodista que te miente, al policía que te pega. La mejor bandera es la bata de un sanitario y el mejor patriotismo es pagar impuestos». A continuación ha subido a la tribuna la diputada de ERC Montse Bassa, quien ha detallado una comparación entre las penas de cárcel a las que han sido condenados los políticos del juicio del procés frente a las que han recibido —o no— personas como el rey Felipe VI, «M. Rajoy por corrupción», un profesor del opus condenado por abusos sexuales continuados, «el ladrón Rodrigo Rato» o los responsables de los crímenes del Franquismo. El líder de Vox ha llamado «friki» y «Supermán» al portavoz de ERC, asegurando que le provoca un gran placer oírle decir que está preocupado por el acercamiento de miles de obreros a Vox. «La república no existe ni existirá», ha asegurado. La portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha iniciado su intervención recordando a Joan Mesquida y denunciando que, «aunque en este debate no lo parezca», ayer murieron en España 218 personas. Una cifra que ha comparado con el de el accidente de un avión lleno de pasajeros cada día. Arrimadas ha calificado de «trasnochado» el discurso de Vox y ha lamentado que los políticos no conecten con las preocupaciones reales de los españoles: «Nunca las familias españolas habían tenido tanto miedo y tanta pena. Muchos jóvenes han sufrido la crisis de 2008 y sufren también la del coronavirus», ha dicho. «Y mientras tanto en el Congreso asistimos a un debate que la prensa internacional ya ha calificado de tóxico [...] El dedo acusador de la historia nos va a juzgar a todos». La portavoz naranja también ha detallado por qué no apoyará la moción de censura de Vox. «¿Les llamó Iván Redondo [jefe de gabinete de Pedro Sánchez] para proponerles esta moción de censura, señores de Vox? Porque parece sacada de un plan de Iván Redondo», ha dicho Arrimadas, lamentando que lejos de debilitar al Gobierno, la iniciativa de Vox está cohesionando a la coalición. Arrimadas también ha criticado el momento —de pandemia— elegido por Vox, y ha acusado a la formación ultraderechista de no carecer de soluciones. Asegurando que respeta a sus cuatro millones de votantes, la portavoz de Ciudadanos también le ha echado en cara a Abascal que considere «traidores» a todos aquellos que no son de Vox, citando por ejemplo a Felipe González, Arturo Pérez-Reverte, Edmundo Bal o ella misma. «Si todos estos somos traidores, ¿qué España les queda?», ha preguntado. «¿También va a ser traidor Don Pelayo?». Arrimadas también se ha dirigido directamente a Abascal para explicarle que, aunque no le guste —«a mí tampoco»—, el Gobierno tiene una «mayoría Frankenstein» para tres años y que «ser patriota también es decir la verdad a los españoles», por lo que la portavoz naranja ha instado a Vox a dejar de hablar de Trump y Soros para centrar sus energías en ver con quién pactan los Presupuestos y a cambio de qué. En su respuesta, Santiago Abascal ha evitado volver a utilizar el término «veleta naranja», pero sí ha acusado a Ciudadanos de variar su posición en función de las circunstancias, y ha criticado a Arrimadas por haberles llamado populistas o inmorales por presentar la moción de censura en mitad de la pandemia. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, se ha limitado a asegurar que Santiago Abascal es un «no candidato» porque Vox no tenía ningún otro después de varios les hayan dado «calabazas». Esteban ha explicado además que no quería hacer un «uso espurio» de la moción de censura, por lo que ha renunciado a 29 de los 30 minutos que le correspondían para intervenir. La réplica de Abascal ha sido más extensa que la intervención de Aitor Esteban. Una réplica en la que ha acusado al PNV de ser «los niños mimados del bipartidismo» y al que ha acusado de apropiarse del País Vasco por autodenominarse «grupo parlamentario vasco». La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha acusado a Vox de representar el fascismo y les ha recordado que la banda terrorista ETA dejó de existir hace nueve años, para luego dirigirse al Gobierno para explicarles que el verdadero objetivo de esta moción de censura es «apuntalar el régimen del 78». Según Aixpurua, «tienen miedo a que el Jefe de Estado caiga», a que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pierdan su inmunidad «mientras protegen a los poderosos corruptos» o a «que la ola feminista eche abajo la ola patriarcal». Santiago Abascal ha respondido a la portavoz de Bildu con una larga enumeración de víctimas de ETA que los diputados de Vox han escuchado puestos en pie, solo interrumpida por algunos aplausos, algunos detalles especialmente crueles o comentarios sobre su relación personal con las víctimas. Un gesto que, posteriormente, Inés Arrimadas le ha agradecido desde la tribuna del Congreso. Gabriel Rufián (ERC), en cambio, ha leído un tuit de María Jaúregui, hija de un asesinado por ETA: «Es una falta de respeto a la memoria de mi aita que utilices su nombre. No sé si sabrás que mi aita luchó contra el Franquismo y era un firme defensor del diálogo y la democracia. No voy a permitir que manches su nombre. Basta ya de utilizar a las víctimas». «De estos casi mil crímenes hay casi 300 sin resolver», ha dicho Abascal tras leer nombres de víctimas de ETA durante más de 30 minutos. El líder de Vox ha criticado al Gobierno por ocuparse de la memoria histórica, olvidándose de las víctimas de ETA. En respuesta a la enumeración de Abascal, Oskar Matute ha asegurado que la lectura de esa lista ya fue un «golpe de efecto» utilizado por Antonio Basagoiti, del PP, en 2013. Matute ha reivindicado justicia para «todas las víctimas» y ha instado a «las derechas variadas» a quitarse «el disfraz de demócratas», criticando el discurso racista de Vox: «Cualquier persona que se juega la vida en un cayuco tiene más dignidad que todos los fascistas del mundo juntos [...]. Como dice un buen amigo, al fascismo, ni agua. Y si tiene sed, polvorones», ha dicho Matute. Laura Borràs, de Junts per Catalunya, ha asegurado que «al fascismo no se le ignora» sino que se le combate y ha justificado su «no» a la moción por el hecho de que Vox sea «de extrema derecha» mientras que su grupo es extremadamente democrático. Borràs también ha aprovechado su intervención para celebrar la absolución de Josep Lluís Trapero y para criticar la represión contra los «presos políticos» en Cataluña. La portavoz de Junts también ha reivindicado que «Puigdemont goza de inmunidad en toda Europa». Abascal ha respondido que, si al fascismo se le combate, al separatismo se le encierra, acusándole de haberse beneficiado durante años de la mafia de «Pujol S. A.», y le ha retado a renunciar a su sueldo de diputada si no se siente española. Tras el receso de la comida, la sesión parlamentaria de la moción de censura ha continuado a partir de las 16.00 con la intervención del portavoz de Tomás Guitarte, de Teruel Existe, quien ha anunciado que, en línea con su compromiso con la gobernabilidad de España, votará en contra de Vox. Guitarte también ha lamentado que durante este debate no se estén aportando soluciones a los problemas de la España vaciada. Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, ha acusado a Vox de utilizar la moción de censura para intentar mejorar su posición a costa de perjudicar al principal partido de la oposición, que es el PP. Quevedo ha enumerado algunas de las ideas defendidas por Vox para confirmar su «no con mayúsculas» y atacarles con dureza: «Ustedes son unos fascistas y si pudieran, darían un golpe. Utilizan un lenguaje guerracivilista y protogolpista. Si se diera la distopía de que ustedes llegan al Gobierno, lo primero que harían sería declararle la guerra a China». El portavoz de Nueva Canarias también ha acusado a Abascal de utilizar las técnicas de Goebbels, para retorcer la realidad y le ha recordado que Vox no tiene diputados en Canarias. Néstor Rego, del BNG, ha criticado el discurso ultraderechista, racista y homófobo de Vox, ha confirmado su voto negativo y ha reivindicado la legitimidad de su presencia en el Congreso frente a la nula representación de la formación de Abascal en las instituciones gallegas: «0 alcaldes, 0 concejales y 0 diputados», ha dicho. Joan Baldoví, de Compromís, ha asegurado que le hace muy feliz que Vox haya presentado una moción «contra Pablo Casado» y ha celebrado que «la derechita —la cobarde, la veleta y la fascista— se esté peleando». También le ha afeado a Abascal haber vivido siempre de la política haber sido «amamantado por esperanza Aguirre» en un chiringuito con «una paguita de 82.000 euros». Íñigo Errejón, de Más País, ha acusado a Ciudadanos de gobernar con el apoyo del partido al que critica, y ha comparado a Vox con «el típico matón del instituto», afeándoles sus críticas al feminismo cuando este año en España han sido asesinadas 36 mujeres. «Hay gente puede estar asustada, pero la verdad es que viéndoles de cercano dan ningún miedo», ha asegurado. Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias, también ha confirmado que votará no a la moción de Vox asegurando que la coincidencias de opinión entre su partido y el de Abascal sobre las pésimas políticas del Gobierno «no son suficientes» porque ha echado en falta propuestas y, además, considera que el mejor presidente de España sería Pablo Casado. El portavoz del grupo asturiano ha criticado, sin embargo, la gestión de la pandemia o las políticas que favorecen a la Cataluña independentista en detrimento de regiones como Asturias. José María Mazón, del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), ha acusado a Vox de no conocer la calle y le ha afeado a Abascal que su moción de censura les haga perder el tiempo. Mazón ha asegurado que Vox no es alternativa porque están «completamente solos» y les ha acusado de crispar con una «visión sectaria de España» y de ser «los mayores defensores de Franco». También ha añadido que en esta sesión sesión se examina a Abascal y que va a obtener «un suspenso rotundo, de un 1 sobre 10», instándole a meditar sobre ello durante un tiempo. Carlos García Adanero también ha confirmado el «no» de UPN porque, al no haber habido elecciones, el reparto de votos sigue siendo el mismo. El portavoz de UPN ha asegurado que sí votarían contra el Gobierno en una moción de confianza, pero matizando que sus únicos candidatos para presidir el Ejecutivo serían Pablo Casado o Inés Arrimadas. Ana Oramas, de Coalición Canaria, ha denunciado que, por no estar dispuesta a apoyar la moción de censura, de Vox ha recibido los mismos mensajes y amenazas que recibió «de la izquierda radical» por no querer apoyar la investidura de Pedro Sánchez. «Nosotros le estamos fallando a España. Es el momento de parar y de escucharnos», ha explicado, denunciando los problemas que está atravesando Canarias y el resto de España. Albert Botran, de la CUP, ha acusado a Vox de presentar la moción de censura apoyándose en los mismos argumentos por los que Tejero dio el golpe de Estado el 23-F de 1981. Ideas que son «el germen del fascismo» y que, según el portavoz de la formación independentista catalana, también han calado en sectores como el de los sindicatos policiales, la política de Defensa, el Gobierno o la Casa Real, y que aloran en los comportamientos racistas y violentos de parte de la sociedad. Botran ha concluido su intervención en catalán: «¡Los herederos del 39 no pasarán!», y en la posterior réplica se ha burlado de Abascal por «ponerse la piel del corderito» y denunciar que se les deshumaniza. Santiago Abascal se ha dirigido a los portavoces de Foro Asturias y UPN asegurando que respeta sus planteamientos y su voto, y poniendo en valor su lealtad al PP y a Ciudadanos. Más duro ha sido con el portavoz del PRC, al que le ha afeado que acuse a Vox de estar contra las libertades: «Pregúnteselo al señor Revilla, que era camisa azul y era franquista». O con Ana Oramas, de Coalición Canaria, porque reconociendo que le parece «una mujer sensata», le ha pedido que deje de situarse «en medio» y de acusar a Vox de racismo por denunciar situaciones que están sucediendo en Canarias. Pero el tono ha sido aún más duro con el resto de formaciones del Grupo Mixto. A Pedro Quevedo, de nueva Canarias, le ha acusado de mentir. A Tomás Guitarte, de Teruel Existe, le ha reprochado haber malgastado la simpatía generada en toda España por su escaño, acusándole de pactar con quienes apoyan a ETA. Y a Albert Botran ha preferido no responderle nada: «Al renegado no tengo nada que decirle». Abascal se ha burlado de Íñigo Errejón por hacer «experimentos políticos» que le han llevado a estar fuera del Gobierno, a diferencia del «matón de clase» y «al macho alfa», en referencia a Pablo Iglesias. El líder de Vox ha tachado a Baldoví de maleducado y solo ha respondido al portavoz del BNG diciéndole que «es un triste». Cuando acabe el debate, que se reanuda este jueves a las 9.00 de la mañana, se anunciará la hora de la votación. El Reglamento establece que ésta será pública y por llamamiento, pero sólo podrán decir su voto de viva voz los presentes en el hemiciclo. Una de las grandes incógnitas es saber qué votará el Partido Popular, aún no ha definido si el sentido de su voto será no o abstención. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró el martes desde Roma que espera de este pleno «un debate intenso desde el respeto y desde el ejemplo de tenemos que dar los representantes públicos». Media hora antes de comenzar el debate, la presidenta Meritxell Batet decía que espera que haya «respeto» a la institución y que el debate sea de ideas. «Los insultos no pueden normalizarse y se debe mantener un respeto a la Cámara», decía la presidenta del Congreso de los Diputados en declaraciones a TVE.

Todos contra Vox: los argumentos de la primera sesión del debate de la moción de censura a Pedro Sánchez

A la espera de que el PP desvele su voto, todos los partidos que han intervenido este jueves han expuesto los motivos por los que van a votar en contra de la moción de censura presentada por el grupo ultraderechista

La sesión parlamentaria se reanuda este jueves a partir de las 9.00

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