La vigilancia y amenaza a los trabajadores de Amazon tras las ofertas y la campaña navideña
Amazon presiona a sus trabajadores en varios países impidiéndoles sindicarse y pedir condiciones de trabajo mejores, según un informe de Amnistía Internacional. CCOO denuncia otros abusos de la empresa como la falta de pago de impuestos
Punto de Fuga: ¿Qué hay detrás de los abusos de Amazon? (28/11/20)
56:27
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000006192890/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Ofertas insuperables, días de descuentos exclusivos e innumerables pedidos online, que no han dejado de crecer durante las restricciones a la movilidad decretadas por la pandemia. Pero detrás de este consumismo exacerbado a menudo se esconden unas malas condiciones laborales.
La multinacional Amazon, una de las mayores empresas del mundo, presiona a sus trabajadores en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Polonia para impedir que se unan a sindicatos y que tengan una mayor fuerza para reivindicar mejoras laborales, según denuncia Amnistía Internacional.
Esto contraviene los convenios con la OIT, los protocolos de los derechos económicos, sociales y culturales e incluso los derechos humanos de las Naciones Unidas, que recogen la libertad de asociación y defensa de los trabajadores, recuerda la portavoz de empresas de AI, Cecilia Denis.
El informe de Amnistía Internacional “AMAZON, LET WORKERS UNIONIZE!” revela que el gigante del comercio electrónico vigila a sus trabajadores en EEUU. “Se han filtrado documentos internos en los que se habla de la preparación de distintos sistemas de vigilancia para evitar la sindicación de trabajadores, lo cual se ve como una amenaza interna”, explica la portavoz. Se han dado además indicios de espionaje en las redes sociales privadas.
La sindicación que se les niega se hace ahora más necesaria que nunca con una pandemia que ha “agudizado temas que ya existían previamente”, asegura Denis. Entre ellos, las ratios de competitividad, que impiden que se cumplan las condiciones de seguridad de los trabajadores, o la exagerada temporalidad en el empleo.
Quienes se han quejado de las malas condiciones laborales durante la COVID-19 han recibido acciones disciplinarias o han sido despedidos, denuncia la ONG.
Un modelo de abuso y precariedad
La secretaria confederal de la sección Internacional de CCOO, Cristina Faciaben, asegura que esta explotación y presiones a los empleados no se queda en EEUU, sino que se da en todos los centros de Amazon en mayor o menor medida. “Amazon es un tipo de empresa que pretende imponer sus propias normas en cuanto a la relación de trabajo y los derechos de los trabajadores al margen de cada país”, asegura.
En una gran empresa tan poderosa como esta es muy difícil defender los derechos, lamenta Faciaben. “La propia empresa genera un miedo y rechazo a la presencia de sindicatos”.
CCOO teme que, con las condiciones sanitarias actuales de los trabajadores, muchos no vayan a poder llegar trabajando a la edad de jubilación. “Un trabajador de los almacenes de Amazon camina cada día dentro de su jornada laboral unos 20 kilómetros”. A esto se suma “la falta de respeto por los descansos y el estrés psicológico” al que son sometidos por la empresa.
Estos abusos se extienden mucho más allá de Amazon. El modelo de economía digital basado en plataformas como las utilizadas por los “riders” o repartidores deja “una precariedad absoluta” escondida en una supuesta libertad para los trabajadores, en palabras de Cristina Faciaben.
Cómplices de una esclavitud moderna global
Para la portavoz de empresas de AI, los abusos laborales que asociábamos a los países del sur global, con legislaciones más débiles, son una forma de “esclavitud moderna” que nos toca mucho más de cerca de lo que pensábamos.
Por eso Cecilia Denis subraya la importancia de mostrar las prácticas abusivas que se dan en países considerados del primer mundo y reclamar a los Gobiernos que protejan a sus trabajadores.
La información y transparencia para los consumidores son también fundamentales, cree Cristina Faciaben, para exigir que acaben los abusos de empresas como Amazon, que “no paga los impuestos que debería pagar” pese a haberse enriquecido enormemente por el cambio de modelo de consumo.
Desde la web “Make Amazon Pay”, se denuncia esta “falsa de responsabilidad en el pago de impuestos de la empresa con la connivencia clara de los Estados”, critica la secretaria de CCOO. Faciaben cree que es importante que los consumidores conozcan esta falta de contribución de la empresa a la riqueza global, así como su impacto medioambiental y las “extorsiones” a las que somete al pequeño comercio.