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'Novela de ajedrez', un grito de angustia de quien ya no encuentra bálsamo en nada

Una obra conmovedora, extraña, claustrofóbica, que critica el nazismo y los métodos de la Gestapo

Un libro una hora: Novela de ajedrez - Stefan Zweig (20/12/2020)

Un libro una hora: Novela de ajedrez - Stefan Zweig (20/12/2020)

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Stefan Zweig nació en Viena en 1881. Era hijo de un poderoso industrial textil, se crió en una acomodada familia de origen judío y recibió una esmerada educación, doctorándose en Filosofía en 1904. Fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista, poeta y biógrafo como en la de novelista. Su capacidad narrativa, la pericia y la delicadeza en la descripción de los sentimientos y la elegancia de su estilo lo convierten en un narrador fascinante, capaz de seducirnos desde las primeras líneas.

Ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, abrazó el pacifismo y se exilió en Suiza, donde se estableció como corresponsal. En 1934 huyó de Austria por el auge del nazismo y se refugió en Londres. En 1942, convencido de que la Alemania nazi iba a ganar la guerra y someter al mundo a sus ideales, Zweig se suicidó en Brasil, en Petrópolis, junto a su segunda esposa.

'Novela de ajedrez' es su última novela, escrita poco antes de su suicidio. Fue publicada de forma póstuma en diciembre de 1942 en Buenos Aires, en una edición limitada de 300 ejemplares en idioma alemán por el sello Pigmalión; en Europa se publicó al año siguiente en Estocolmo, dado que Zweig estaba prohibido por el nazismo en países de lengua germana. En 1944, aparecería su maravillosa autobiografía, 'El mundo de ayer', una auténtica obra de arte que todo el mundo debería leer.

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'Novela de ajedrez' es una obra conmovedora, extraña, claustrofóbica, que genera incomodidad. Es una crítica contra el nazismo y los métodos de la Gestapo, la incomunicación y el exilio. El profesor alemán Albrecht Classen considera que la novela de Zweig refleja perfectamente el irreparable daño que puede ocasionar en una persona concreta al haber sido víctima de la opresión de un régimen totalitario, en este caso el nazi. En estas circunstancias, el ajedrez podía ser un temporal alivio, pero nunca una solución definitiva. El propio suicidio del autor, lamentablemente, sería una evidencia complementaria de que, ni el juego, ni en ese caso la literatura, podían ser una tabla de salvación para quien vio corroída su propia alma y su propia existencia, al advertir, desesperadamente, la malignidad que podía alcanzarse desde la condición humana.

La última novela de Zweig, escrita poco antes de su suicidio

José Miguel García de Fórmica-Corsi apunta que es posible que Zweig considerara el ajedrez como un afortunado bálsamo con el que distraerse de los esfuerzos considerables que dedicaba a escribir sus libros y a promover la concordia de los hombres a través de las letras. Pero 'Novela de ajedrez' es un grito de angustia de un hombre que ya es incapaz de encontrar un bálsamo en nada, ni siquiera en lo que antes era un inocente entretenimiento. 'Novela de ajedrez' ya no remite al pasado, sino al presente: a la destrucción que todavía no ha terminado, que se producía ante sus ojos.

Puede que Zweig ideara esta novela de camino a su último destino en Brasil, que ya sabía ilusorio, en el que encierra la triste constatación del fracaso de su vida. Sabemos que no abandonó el ajedrez en sus días de Petrópolis, que incluso intentó que su joven esposa dominara los fundamentos del juego lo suficiente como para servirle de rival solvente. Pero todo lo estaba abandonando ya: el placer de situarse ante esas casillas blancas y negras, el estímulo de reemprender su viejo sueño de biografiar a Balzac, el amor por los cafés y las tertulias; por la vida.

En 'Novela de ajedrez' queda en el aire la sensación de que el señor B. no podrá desprenderse nunca de la amenaza que se cierne sobre su cordura y que Czentovic, el hombre unidimensional, también encierra dentro de sí la promesa de paranoia final si alguna vez se cierra esa ventana al mundo que para un ser tan limitado es el ajedrez.

Una combinación del apasionante mundo del ajedrez y de la barbarie del nazismo

En 'Novela de ajedrez' las luchas de las partidas de ajedrez disputadas en el barco, pueden ser vistas como una clásica parábola: la dualidad entre libertad y coacción, entre mundo civilizado y totalitarismos, entre lo humano y lo inhumano o el bien y el mal, ya que ambas condiciones se hallan presentes en la especie humana.

George Steiner señaló el aspecto esquizoide que hay en el juego de ajedrez, y los franceses Dextreit y Engel apuntan que pese a la oscuridad del relato de Zweig, no se deja de considerar al juego en su faceta atractiva ya que "escapa a cualquier tiranía del azar, y otorga los laureles de la victoria exclusivamente al espíritu, o mejor aún, a una forma muy característica de agudeza mental".

Carlos Battaglini señala que 'Novela de ajedrez' es un alegato contra la arrogancia, en este caso la de Czentovic, que mira por encima del hombre al resto de la humanidad por no tener su talento ajedrecístico y una defensa de la humildad, evocada en la figura del señor B. que a su vez demuestra hasta que punto puede resistir un ser humano.

Combina la representación del apasionante, pero también oscuro, mundo del ajedrez y, por otro, la barbarie del nazismo. Esta vez mostrando una faceta no tan conocida: los trastornos psicológicos. Dichas torturas psicológicas se nos muestran incluso más crueles que las físicas, ya que les sustraen el alma a los hombres y los arroja a la nada más absoluta.

'Novela de ajedrez' fue la despedida de Zweig de la ficción, como 'El mundo del ayer', sus extraordinarias memorias, que también fueron publicadas póstumamente. La novela está recorrida por esa contenida tristeza que fue su marca reconocible, que se vuelve tenue pesimismo en las más amargas: una tristeza y una amargura que siempre expresó en ese tono en voz baja, impregnado de sencilla y admirable emoción, que ha permitido que su literatura vuelva a emerger desde el olvido en que estuvo durante décadas.

 
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