Eric Jiménez (Los Planetas): "Hay cabezas de cartel que ahora están haciendo cola para recoger alimentos"
El batería granadino acaba de publicar su segundo libro, 'Viaje al interior de mi cerebro', en el que recopila anécdotas personales, reflexiones sobre el mundo de la música y vivencias relacionadas con la pandemia
Entrevista a Éric Jiménez, en 'Fuego y Chinchetas'. / ROBERTO CUADRADO
Madrid
A Eric Jiménez, batería de Los Planetas y de Lagartija Nick, le ha dado publicar libros. En Cuatro millones de golpes (Plaza & Janés, 2017), su debut, recopiló tantas historias de vida punk, barrio chungo y drogas que llegó a extrañarnos verle de gira y no en la cárcel, la verdad. Pero desde entonces no han dejado de pasarle cosas y, además, se había guardado algunas anécdotas, así que ahora acaba de publicar Viaje al interior de mi cerebro (Plaza & Janés, 2017).
Más información
El relato arranca con la pandemia y con su miedo a perderlo todo: el bar que tiene en Granada, la casa que acababa de comprarse, las giras, las clases de batería...
"Pasé muchísimo miedo. Me despertaba por la mañana y tenía la sensación de que estábamos viviendo una invasión extraterrestre", explica en la entrevista concedida a Fuego y Chinchetas. "Pero estoy acostumbrado a salir de cosas bastante jodidas y parece que también voy a salir de esta. Ahora todo va muy bien".
Secuelas de la pandemia
Pero aunque su situación personal haya mejorado, Eric Jiménez sigue siendo muy crítico con el precio que muchos profesionales de la cultura han tenido que pagar durante el último año y medio. "Hay gente de mi entorno que me consta que está mal, arruinada. Y hay gente que ha sido cabeza de cartel en grandes festivales y que ahora está haciendo cola para recoger alimentos", explica.
"Es muy triste que alguien que se ha dedicado a hacernos felices ahora esté tan abandonado. Los profesionales de la cultura son valientes porque se trata de un trabajo muy romántico. Solo están ahí los que creen en eso. Es muy triste que por una situación así se vaya todo a la mierda".
¿Matemático o gilipollas?
El batería de Los Planetas —elegido durante 20 años seguidos como el mejor de España, como recuerda Edu Madina en el prólogo del libro— confirma que la banda más importante del indie español está ensayando y grabando material nuevo, pero no tiene claro si se trata de un nuevo disco: "Todo eso lo lleva Jota. Yo hablo de música. No hablo de marketing".
Él prefiere centrarse en las pequeñas cosas del proceso creativo que normalmente nadie cuenta. En el libro, por ejemplo, confiesa que en su cabeza no dejan de sonar ritmos y que puede inspirarse hasta en las líneas discontinuas de la autopista.
"A veces me siento como un matemático y a veces como un gilipollas", reconoce. "Si escucho algo por la calle y empiezo a imaginar un ritmo, puede ser que cambie el ritmo de mis pasos o que empiece a darme golpecitos en la rodilla. El que me vea pensará que estoy zumbado".
Drogas, canciones y postureo
El batería de Los Planetas habla de todo sin tapujos. También de drogas. En uno de los capítulos del libro, de hecho, repasa con todo lujo de detalles un caótico viaje entre Palma y Granada, con varios aviones perdidos y un montón de carcajadas.
"En el rock and roll, si dices que tomas, mola mucho. En otros sitios, en cambio, no mola nada. Pero el nivel de consumo es el mismo", dice. "Hay mucha hipocresía".
También dice que la sensibilidad de los aristas está sobrevalorada porque, en el fondo, son tan normales como cualquiera y añade, para ilustrarlo, que Robert Smith (The Cure) también mea en cunetas. "Conozco a muchos veganos que comen carne y a muchos ciegos que leen libros", señala. "Los músicos muestran lo quieren mostrar. Por eso es importante que hagas tuyas las canciones".
Los límites de la malafollá
Entre anécdota y anécdota —de su performance como rey mago en una cabalgata de Granada a su posado con camisa fascista, pasando por el accidente de kart que tuvo grabando el videoclip de Pesadilla en el parque de atracciones— Eric Jiménez deja claro que detesta el postureo y la falsedad del indie. Dice, por ejemplo, que el hit Un buen día es una de las peores canciones de Los Planetas.
El músico granadino también reconoce que a veces ni él mismo sabe cuándo habla en serio y cuándo lo hace en broma. Pero sí define con lucidez a los tíos del puro que habitan los camerinos, bromea con los encargados de producción que "hacen todo lo posible por joder el concierto" y también aclara el concepto malafollá: "Si te encuentras con un maleducado en Granada, hay que distinguir entre la malafollá y el que es un hijo de la gran puta. Mi teoría es que la malafollá nace del cinismo de los árabes convertidos que tuvieron que decir: 'Vale, sí, voy a misa'. Pero es cinismo con gracia. Faltando un poco el respeto... pero no del todo".
Hay temas con los que, sin embargo, se pone serio. Al preguntarle por Julio Ruiz (Disco Grande), no vacila: "Para mí es una persona fundamental. No ha trabajado de eso. ¡Ha vivido de eso! Ese hombre no se ha jubilado y no se va a jubilar nunca. Lo lleva dentro. ¡Es su vida! Esa gente es la que realmente mueve las cosas. Con esa gente no puede una jubilación, ni una pandemia, ni nada. No se le ha valorado lo suficiente. El problema es que se mide siempre la audiencia y pasa como con Los conciertos de Radio 3 en La 2, que se retransmiten de madrugada, pero a las 4 de la tarde tenemos al escarabajo de la patata haciendo pelotas de mierda. Cualquier escarabajo tiene más protagonismo en televisión que un grupo, y eso me preocupa. Yo siempre procuraré que el nombre de Julio Ruiz no se olvide en la vida".
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...