El 'boom' de la reproducción asistida: un problema social que aprovecha el mercado para hacer negocio

En España no sólo tenemos menos hijos que hace unos años, sino que cada vez los tenemos más tarde. Año tras año, de manera constante, y por factores muy diversos, desde la precariedad laboral y la incertidumbre económica, hasta la dificultad de conciliar el desarrollo profesional, sobre todo de las mujeres con la maternidad, se va retrasando en nuestro país la edad a la que se tiene el primer hijo.

Todo esto ha dado lugar a un crecimiento exponencial en los últimos años de los tratamientos de reproducción asistida y la congelación de óvulos, como supuestas garantías de maternidad a medio o largo plazo. Basta echar un vistazo a los anuncios de las clínicas que ofrecen estos servicios para entender que se trata de procesos muy sensibles y que comportan un riesgo alto de frustración y de ansiedad. "Haz realidad tu sueño", "la decisión más importante de tu vida", "decide libremente cuándo ser madre", "cumple tu deseo", son algunos de los mensajes que encontramos en Google si hacemos una búsqueda rápida.

Según el último informe del INE, que es del año 2020, la edad media se situó en 32 años y 3 meses. En 2011 se superó la barrera de los 30 años. En el año 2000, la de los 29 años. En 1994, la de los 28 años. En 1980, la media de las madres primerizas estaba en 25 años. Si desgranamos más los últimos datos, 1.800 eran menores de edad y casi 3.000 tenían más de 45 años. Más de 300 superaban los 49 años. Con menos de 440.000 nacimientos se marcó el mínimo histórico desde que se empezó a contabilizar oficialmente que fue en 1941.

En cinco años el porcentaje de mujeres que preservan sus óvulos ha crecido más de un 50%. En 2015 no llegaron a 1.500 y el último año que tiene contabilizado la Sociedad Española de Fertilidad, que es 2019, fueron casi tres mil más. El 27% lo hizo por una causa médica, normalmente asociada al cáncer, y el resto por razones sociales. En cuanto al número de mujeres que han realizado algún tipo de tratamiento de fertilidad, en el último año del que hay datos, que es 2019, descendieron un poco, por primera vez se llevaron a cabo un total de 148.358 ciclos de FIV, lo que significa un descenso del 0,6% respecto al año 2018. También descendieron las IA en un 4,5% respecto al año anterior, realizándose 32.548 procedimientos. El total fue de 180.906 tratamientos de Reproducción Asistida (-1,3% respecto a 2018).

Marcos Meseguer, embriólogo, asegura que el perfil medio de mujeres que reciben un tratamiento de reproducción asistida es de más de 36 años. "Hay una parte que tiene que ver con el tratamiento hormonal y algo de cirugía ambulatoria, pero la parte más compleja es la del laboratorio con técnicas de micromanipulación porque hay que hacer crecer a un embrión", señala el doctor. "No es complicado porque los tratamiento hormonales han ido simplificándose", explica. De media, dice el doctor, mediante reproducción asistida hay entre un 50% y un 60% de que la paciente se quede embarazada. 

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Miriam Aguilar es una mujer que ha intentado durante ocho años quedarse embarazada y ha tenido hasta cuatro embarazos naturales que han terminado en aborto. "En nuestros planes nunca entró someterme a un tratamiento de fertilidad, la experiencia no acabó de convencerme, era muchísimo dinero y obtuvimos siete óvulos de la donante y solo cuatro eran viables. Ninguno funcionó mediante ovodonación", explica. 

Sara Lafuente Funes es socióloga y acaba de publicar 'Mercados reproductivos: crisis, deseo y desigualdad' y ella argumenta que la manera de solucionar la necesidad de la maternidad es "crear un mercado". "Hay una raíz social que no se está atacando, en el centro del sistema se está poniendo la economía, se sigue poniendo el peso de la reproducción en las mujeres y al final se accede de una manera más complicada", explica.