10 años del fin de ETA, una oportunidad para combatir el desconocimiento de los jóvenes en las aulas
María Luisa García Gurrutxaga, del Programa de Víctimas Educadoras ha comentado que se debería "dar un impulso al programa aprovechando el aniversario", ya que permite acercar a las víctimas a las aulas
La representante ha valorado que los jóvenes tengan "mucho interés" en aprender sobre la reciente historia de Euskadi
Madrid
Qué fundamental es cimentar bien la memoria. El día en el que se cumplen 10 años del final del terrorismo de ETA, uno de los grandes retos que todavía pervive es que los más jóvenes y los que ni siquiera han nacido conozcan la importancia y repercusión que este hecho tuvo para la sociedad española. Que su conocimiento no dependa de si les gustó o no la serie Patria o de si un familiar o un amigo les puede contar lo mucho que sufrieron, es el objetivo del Programa de Víctimas Educadoras, que permite que las víctimas del terrorismo lleven a las aulas sus testimonios.
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María Luisa García Gurrutxaga, expresidenta del Consejo Escolar de Euskadi y una de las impulsoras del programa, ha estado en directo dando detalles de la iniciativa y se ha mostrado "impactada" de que "las nuevas generaciones sigan creciendo y madurando en la más increíble ignorancia" en relación a todo lo relacionado con ETA. Sin embargo, ha añadido que se alegra de que los más jóvenes tengan "mucho interés" en saber, y ha comentado que "es importante revitalizar y darle un nuevo impulso a este programa en el décimo aniversario del fin de la violencia para llegar a las nuevas generaciones".
Preguntada por el momento en el que tienen que estar las víctimas para poder contar su experiencia hasta los jóvenes ha explicado que el programa comprende una formación a las propias víctimas para que entiendan su rol educativo: "Fue fácil porque con mucho entusiasmo entendieron su rol como educadores", ha añadido García, quien ha citado tres puntos a considerar para iniciar las formaciones: La disposición de la víctima para entrar en la dinámica educativa, haber realizado un duelo personal, y asumir un punto de vista desde los derechos humanos y la dignidad personal, y no uno político y partidario.