Juan Luis y Oussama: las conversaciones de una amistad muy particular

Oussama tiene 27 años y Juan Luis 73. Hace ocho meses eran dos desconocidos, pero la Fundación Pertsonalde les unió y lo que comenzó como una mentoría, un programa de voluntariado de acompañamiento, se ha convertido ya en un paseo habitual de dos amigos al que ambos llegan con ganas cada semana.

Estos encuentros de algo más de dos horas le han servido a Oussama para practicar su castellano, el que empezó a estudiar poco antes de conocer a Juan Luis. Él vino de Tánger hace dos años con un visado de turista, con intención de viajar a Bélgica para reencontrarse con su hermano, pero se quedó. Primero vivió en una casa abandonada, luego en un albergue y, tras entrar en contacto con varias organizaciones, pasó por una casa sacerdotal donde convivió con otras cinco personas. Ahora tiene su habitación en una casa que comparte con una familia y, tras finalizar 4º de la E.S.O está en la Escuela de Hostelería tratando de convertirse en cocinero.

Con Juan Luis Ibarra habla de libros, de palabras, de leyes y de qué le ha ocurrido cada semana. Ambos llegan a su encuentro semanal con ganas porque, como asegura Ibarra, están encantados de que llegue el día para ver qué se cuentan mutuamente. Entre ellos ha surgido una amistad que nace de preguntarse, de tener curiosidad y de tratar de acompañar, en el caso de Juan Luis Ibarra, a un joven que ha dejado de forma forzosa su país para instalarse en uno que no es el suyo sin conocer a nadie, sin hablar el idioma y solo.

Hoy ambos pasean por Getxo y nos dejan escuchar sus conversaciones, empezando por el libro que hoy Juan Luis le trae a Oussama, Rebelión en la granja.