'Agnes Grey': la dureza de ser una institutriz
Una novela deliciosa, que se adelanta a su tiempo y que habla sobre todo de la mala educación y de las diferencias entre clases sociales
'Agnes Grey': la dureza de ser una institutriz
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Anne es la menor de las hermanas Brontë. Nació en 1820 en Thornton (Yorkshire). Entre 1839 y 1845 fue institutriz en diversas casas y de su experiencia en este trabajo surgió su primera novela, 'Agnes Grey'. En 1848, apareció la segunda y última novela de Anne, 'La inquilina de Wildfell Hall'. Poco después, en mayo de 1849, murió de tuberculosis en Scarborough.
'Agnes Grey' fue publicada por primera vez en Londres en diciembre de 1847 en una edición en tres volúmenes que incluía la célebre novela de su hermana Emily, 'Cumbres Borrascosas', que ya os hemos contado en 'Un libro una hora'. Es una novela deliciosa, que se adelanta a su tiempo. Habla sobre todo de la educación, la mala educación, de las diferencias entre las clases sociales y, desgraciadamente, parece que habla de la actualidad.
Anne se demarca del camino seguido por sus hermanas
Como señala Tony López, Anne Brontë se adentra, con 'Agnes Grey' en 1847, en el terreno de la novela costumbrista, más propia de finales de siglo. De esta forma, Anne se desmarca del camino seguido por sus hermanas y reafirma su valor y originalidad como autora. La novela, narrada en primera persona, nos cuenta la historia de Agnes Grey, una joven perteneciente a una familia de la Inglaterra rural que decide convertirse en institutriz para apoyar económicamente a su familia.
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Anne Brontë, en esta obra plagada de elementos autobiográficos, nos muestra de manera excepcional las dificultades que afrontaban las institutrices de la época utilizando toda la experiencia acumulada durante los años que dedicó a este oficio a la hora de dotar a su novela del realismo que la caracteriza.
Las dificultades que afrontaban las institutrices de la época
Como señala Rosa Berros, Anne Brontë pretende mostrar en 'Agnes Grey' la dureza de enfrentarse a unos niños, por lo general maleducados y consentidos por unos padres en exceso complacientes y más dispuestos a culpar a la institutriz de sus caprichos que a enfrentarse a ellos y mostrarles disciplina.
La soberbia de unas clases que se sienten superiores a las personas a las que ellos mismos encargan la educación de sus hijos y ponen el respeto a su apellido y su familia por encima del respeto que los niños deberían tener a quien se encarga de su formación, el trato muchas veces humillante que jóvenes humildes, cuando no manifiestamente pobres, sufren por parte de sus empleadores ricos e incluso nobles, pero con una formación muy inferior.
Posiblemente, una de las grandes diferencias entre 'Agnes Grey' y otras novelas de institutrices sea la voluntad de la protagonista de convertirse en institutriz y de conseguir que esto sea un medio para su realización como persona y esto es lo que hace que, a pesar de su primer fracaso y de todas las humillaciones por las que tiene que pasar, persista en su empeño.
Agnes ve cumplidos sus sueños y deseos, a la par que materializa alguno de los de Anne. Lo que Anne y sus hermanas no consiguieron cuando vieron frustrados sus planes de abrir una escuela propia que las liberara de trabajar para los demás, Agnes consigue materializarlo.
La precariedad, el estatus social, el feminismo o el rol de la mujer
La menor y menos conocida de las hermanas Brontë, Anne, logró reflejar con maestría en su primera novela a mediados del siglo XIX temas tan actuales como son la precariedad, el estatus social, el feminismo y el rol de la mujer, la moral o la lucha interna por encontrar el lugar de una en la sociedad.
Los personajes con los que se encuentra, los niños consentidos y crueles, y la justificación que de ellos hacen sus padres, ajenos al mundo y a la pobreza que rodea a las familias privilegiadas; su lucha interna por la falta de pertenencia: demasiado educada para relacionarse con la servidumbre, pero una empleada al fin y al cabo que tampoco puede interactuar libremente con la familia. Sus cuestionamientos de la moral y la sociedad de la época victoriana hacen que podamos encontrar una identificación y una vigencia actual de su relato en pleno siglo XXI.
Como señalan en el blog de la Biblioteca de La Rioja, es sorprendente que 'Agnes Grey' sea tan poco conocida cuando se encuentra al nivel de 'Jane Eyre' y 'Cumbres Borrascosas'. 'Agnes Grey' es una obra imprescindible para conocer otro aspecto de las vidas de las mujeres y los niños en el siglo XIX, así como para identificar los estilos de cada una de las hermanas Brontë.
La unión entre las hermanas Brontë llevó a que juntas hicieran muchas cosas, como planear montar una escuela o escribir poemas que luego presentarían bajo los seudónimos masculinos de Currer, Ellis y Acton Bell.
'Jane Eyre' de Charlotte conoció la popularidad. 'Cumbres Borrascosas' de Emily fue prácticamente anatemizada. 'Agnes Grey' fue aceptada, pero la segunda novela de Anne, 'La inquilina de Wildfell Hall', fue muy mal vista ya que en ella habla de algo tabú entonces: la violencia de género.