Concluye la revuelta militar en Filipinas
La presidenta Gloria Arroyo anuncia que los rebeldes serán investigados y castigados
Gloria Macapagal Arroyo ha dado por terminada la revuelta protagonizada por unos 300 militares en el barrio de Makati de la capital donde se habían atrincherado y aseguró que éstos serán investigados y castigados conforme a la ley, en una declaración en directo en la radio y la televisión.
Poco antes, el jefe negociador del Gobierno filipino, Roy Cimatu, había anunciado que los militares que permanecían amotinados en un edificio residencial en Makati habían aceptado abandonar el inmueble y regresar a sus cuarteles.
Más información
- Los golpistas filipinos comienzan a rendirse
- El Gobierno filipino amplía el ultimátum para negociar con los golpistas
- Detenido un colaborador del ex presidente Estrada por su relación con los militares amotinados en Filipinas
- Militares filipinos rebeldes se atrincheran con explosivos en la zona comercial de Manila
La presidenta de Filipinas manifestó que "ha sido un triunfo de la democracia". "Esta crisis no ha afectado a la seguridad nacional ni a la estabilidad política. Es un asunto doméstico, no ideológico ni fundamentalista", agregó.
La rendición de los 296 militares sublevados, de ellos 70 oficiales, se produjo después de 17 horas de asedio en uno de los edificios comerciales y de apartamentos más emblemáticos del distrito financiero de Manila, donde se habían atrincherado.
El grupo de rebeldes, pertrechados con armas y explosivos, se atrincheró en la madrugada del domingo en el edificio "Oakwood" y exigió la dimisión del Gobierno de Macapagal Arroyo tras acusarle de corrupto, de orquestar los atentados que causaron la muerte de 35 personas en la ciudad de Davao (Mindanao) los pasados meses de marzo y abril y de vender armas a los grupos insurgentes filipinos.
Los sublevados también amenazaron con hacer estallar explosivos en el área comercial de Makati, el barrio financiero de la capital, que desactivaron ellos mismos tras su rendición.
La presidenta aseguró que los amotinados no recibirán ningún tratamiento especial y que serán investigados por la acción que han protagonizado.
También anunció que los civiles que estén implicados serán perseguidos y agradeció su apoyo a los líderes del Senado, a la Iglesia Católica y a la comunidad diplomática. "El diálogo ha dado resultados positivos", concluyó en su mensaje televisado a la nación.




