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La Inteligencia británica reconoce que no hubo pruebas sobre las armas de destrucción de Sadam

Los servicios de inteligencia británicos estaban "muy preocupados" y consideraron "forzado" el polémico dossier del Gobierno sobre las armas de Irak. Brian Jones, hasta hace poco jefe de la sección científica del personal de inteligencia de Defensa, afirmó hoy: "No habíamos visto que se desarrollaran armas de destrucción masiva ni teníamos pruebas de ensayos sobre el terreno".

Ante el juez Hutton, que investiga la muerte del científico David Kelly, Jones se refirió al informe que el pasado septiembre presentó el primer ministro británico, Tony Blair, ante el Parlamento y que advertía de la capacidad de Irak para usar armas de destrucción masiva en un plazo 45 minutos.

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Brian Jones indicó que un asunto que suscitó inquietud fue la fuente iraquí que informó al MI6 (servicio exterior del espionaje británico, parecido a la CIA de EEUU) de que el régimen de Sadam Husein podía lanzar un ataque letal en 45 minutos.

Pese a que los servicios de inteligencia consideraban fiable la información, había reparos debido a que la información de la fuente, ya de por sí no entendida en la materia, era de "segunda mano".

EL LENGUAJE DEL INFORME

"Cuando hablamos de este tema -explicó-, nos preguntamos, incluso, si él (el informante iraquí) podría haber tratado de ejercer influencia, más que aportar información".

El testigo explicó que tuvo "algunos problemas" con el lenguaje usado en el informe y, en concreto, con la expresión "armas de destrucción masiva", un tèrmino que "a veces puede confundir".

Según Jones, esa expresión engloba casi todas las armas nucleares y algunas armas biológicas, ya que su gran objetivo es causar el mayor número de muertos posible, pero muchas armas biológicas no entran en esa categoría porque su fin es incapacitar más que matar.

VISTO BUENO DE KELLY

El testigo dijo ante el juez Hutton que preguntó a Kelly su opinión sobre el dossier y el científico, que también participó en la confección del documento, dio su visto bueno. "Le pregunté '¿Qué piensas sobre el dossier, David?' El contestó que le parecía bueno", indicó Jones.

Sin embargo, reconoció, que algunos miembros del personal de inteligencia de Defensa que tenía a su cargo "estaban descontentos con todos los detalles incluidos en el informe", si bien uno de los expertos en armas químicas expresó una "particular inquietud".

DATOS FORZADOS

Ese experto -señaló- "estaba preocupado porque algunas de las declaraciones incluidas en el dossier no representaban de forma adecuada su evaluación de la información de inteligencia que él había manejado".

El ex funcionario de Defensa recalcó que su subordinado tenía la impresión de que "se forzaron ciertos datos, particularmente en relación con la producción de armas químicas".

El experto "estaba preocupado -insistió- acerca de la solidez de las pruebas sobre semejante producción. El no negó que hubiera sucedido o que existieran evidencias de que haya ocurrido, pero dijo que èl no tenía pruebas claras al respecto".