La Casa Blanca niega que filtrara el nombre de una espía en venganza por las críticas de su marido

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos investigan cómo y, sobre todo, quien filtró a la prensa el nombre de una espía que intentó verificar si Irak había obtenido uranio de Níger. La Casa Blanca niega estar detrás de la filtración.

El director de la CIA, George J. Tenet, ha pedido al Departamento de Justicia que abra una investigación sobre la publicación en julio de la identidad de la agente de los servicios secretos, que actuaba encubierta por su condición de esposa del ex embajador de EEUU en Nigeria Joseph C. Wilson IV.

Wilson, un antiguo embajador que viajó a África, investigó las acusaciones contra Sadam Husein por comprar uranio en Níger y demostró que era una imputación falsa. Así se lo comunicó al Gobierno de Estados Unidos pero George W. Bush sigue usando esa acusación en los discursos antes de la guerra.

Sea como sea, alguien en la Casa Blanca llamó a varios periodistas para informarles de que la mujer de Wilson, que también trabajaba como diplomática, era en realidad una agente encubierta de la CIA. Eso no sólo destruía su tapadera sino que según Wilson era un acto de venganza para que otros diplomáticos criticasen la guerra.

BUSH PIDE QUE SE APLIQUE "TODO EL PESO DE LA LEY"

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Se sugiere un nombre como autor de las filtraciones, Karl Rove, el estratega de Bush. Pero el portavoz de la Casa Blanca niega que haya sido él. "Hay informaciones anónimas constantemente con informaciones contra la Casa Blanca. El presidente cree que si alguien filtró información secreta de este tipo, el Departamento de Justicia debe investigarlo y perseguirlo con todo el peso de la ley", aseguró el portavoz.

Mientras el Departamento de Justicia investiga esta filtración interesada, un informe de la Oficina de Inteligencia del Pentágono ha llegado a la conclusión de que casi toda la información proporcionada por desertores iraquíes antes de la guerra carecía del más mínimo valor.