Miedo y preocupación en los soldados españoles destinados a Irak

Esta mañana ha despegado del aeropuerto de Villanubla (Valladolid) un avión con l50 militares. Su destino es reemplazar a otros tantos efectivos españoles que se encuentran en Irak. Miedo y preocupación eran los sentimientos predominantes entre los soldados antes de subir al aparato que debía trasladarles a Kuwait, desde donde viajarán por tierra hasta Diwaniya.

Estas emociones se mezclan con el sentimiento de responsabilidad y la exigencia de tranquilidad ante su misión. Dicen que están lo suficientemente preparados para desarrollar la labor que tienen encomendada en una zona que, aseguran, se considera segura.

No obstante, el atentado de este fin de semana al sur de Bagdad contra agentes del Centro Nacional de Inteligencia -en el que siete de ellos perdieron la vida- ha cambiado las cosas. "Normalmente impresiona, pero ahora que tenemos el viaje, mucho más. Vas con preocupación, pero no puedes pensar qué puede pasar, porque si no, no iríamos" afirmaba uno de los militares antes de embarcar rumbo a Kuwait.

SIEMPRE EN GUARDIA

Mientras, los soldados que ya se encuentran en territorio iraquí, en Diwaniya, afirman por su parte que pese a que la zona es tranquila aquí siempre están en guardia. Para muchos, son estos sus últimos días en Irak, pues el destacamento de Valladolid sustituye al de Zaragoza que lleva varios meses en la zona.

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En la base española se guarda silencio sobre lo sucedido en la tarde del sábado. Los responsables del destacamento español remiten a las autoridades estadounidenses, en cuya zona se produjo el ataque, para cualquier información.

En las últimas horas una docena de líderes tribales chiítas han mostrado a los mandos militares españoles sus condolencias por el atentado.

A las cinco de la tarde se celebra en la base España una misa en recuerdo de los siete fallecidos.