Maragall advierte en su toma de posesión de que no renuncia a la reforma del Estatut

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, tomó este sábado a mediodía posesión del cargo de manos del presidente del Parlament, Ernest Benach, y pronunció su primer discurso como máximo mandatario catalán reafirmando su compromiso de "convivir con los pueblos de España en lealtad y equidad", aunque "sin renunciar al proyecto más digno que un país pueda imaginar".

Maragall se refería así a la necesidad de que se admita "nuestra identidad propia" y "los cambios estatutarios y constitucionales necesarios -dijo- para la evolución de Cataluña, España y Europa".

Maragall, que se convirtió en presidente a las 12.12 horas ante más de 900 invitados, entre ellos varios presidentes autonómicos socialistas y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció a Jordi Pujol su contribución "principal" en sus 23 años de gobierno, tantos que "pensábamos que este momento no llegaría nunca", y anunció "una nueva etapa" en la que "los pueblos de España pueden estar seguros de que Cataluña irá a la búsqueda constante de puentes de entendimiento".

También tuvo palabras para sus socios de gobierno, Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura, a los que sin citar se refirió a partir del origen no catalán de sus padres. "Nos entenderemos", aseguró, y "haremos de este país la mejor tierra del mundo". Maragall cerró su discurso con un "Visca Catalunya", tras el que todos los presentes cantaron el himno de Cataluña.

SALUDOS DESDE EL BALCÓN

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Después, el president Maragall saludó desde el balcón del Palau de la Generalitat a miles de ciudadanos congregados en la Plaza Sant Jaume a los que se dirigió micrófono en mano para repetir, como había hecho al tomar posesión del cargo, que "por primera vez en cien años, Cataluña ha conseguido en tranquilidad que la dejen gobernar y cambiar de gobierno, que es la esencia de la democracia". "Las izquierdas llegan al Gobierno por primera vez en tranquilidad", dijo.

Maragall, que estuvo acompañado por sus socios en el Govern, tomó por el brazo a Zapatero y también le hizo salir al balcón, ante el entusiasmo de los miles de ciudadanos que coreaban en castellano "Maragall presidente". También aprovechó para saludar desde el balcón a sus ahora "vecinos" de la Plaza Sant Jaume, el alcalde Joan Clos y su equipo de gobierno, también integrado por republicanos y ecosocialistas, que se asomaron al balcón.

Previamente al discurso de Maragall, el presidente saliente, Jordi Pujol, expresó su deseo de que los años del nuevo gobierno de izquierdas sean "positivos" al considerar que el Ejecutivo que presidirá Maragall "quiere que siga habiendo progreso en Cataluña, en todos los órdenes, y un refuerzo de nuestra identidad nacional".

Al acto solemne asistieron también los consellers salientes de CiU, con Artur Mas al frente, y por parte del Gobierno central la ministra de Administraciones Públicas, Julia García-Valdecasas, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández-Díaz.

Arroparon a Maragall, además del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, presidentes de comunidades gobernadas por los socialistas, como Manuel Chaves (Andalucía) y Marcelino Iglesias (Aragón), y líderes de este partido, así como otras figuras políticas como el nuevo líder del PNV, Josu Jon Imaz.