Carlos Fabra reconoce que sus empresas han cobrado por asesorar al empresario que le denunció
En su demanda contra Vilar pide el secuestro de las informaciones difundidas por la SER
Madrid
El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, reconoce que sus empresas han cobrado a Vicente Vilar, el empresario que le denuncio, por informes y asesoramientos. Lo hace en la demanda presentada esta misma semana contra Vilar. En ella habla de una relación de "amistad y confianza estrecha" y confirma que los informes de Carmacas no le salían gratis a Vilar, algo que el líder del PP en Castellón nunca había admitido en público.
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En la demanda, los abogados de Fabra afirman, y son palabras textuales, "que las empresas de Vicente Vilar consultaban y se asesoraban, bien de Carlos Fabra, bien de la compañía por él creada. Siempre que se produjeron minutas profesionales y encargos de trabajo se minutó en cifras sensiblemente inferiores a las de mercado o a las tarifas habituales, precisamente por la relación de amistad que unía a ambos matrimonios".
En el relato de los hechos, también se dedica espacio a la figura del político. "Generoso y dispuesto a ayudar a todas cuantas personas lo precisen", dicen de Fabra sus abogados".
AYUDAR A CUALQUIER PAISANO
En otro párrafo se dice: "En su condición de presidente de la Diputación de Castellón, está convencido de que su obligación es fomentar el desarrollo empresarial de la provincia, y no puede negar que por donde ha pasado siempre ha intentado ayudar a cualquier paisano castellonense. Seguro, también ha ayudado al Señor Vilar, al que le unió incluso una relación de amistad entre sus matrimonios".
Los abogados de Fabra dedican a continuación varios párrafos, que concluyen con una afirmación que subrayan en letras mayúsculas al juez: "ES ROTUNDAMENTE FALSO QUE POR ESTE TIPO DE COMETIDOS EL SEÑOR FABRA HAYA COBRADO CANTIDAD ALGUNA".
UN SUICIDIO ECONÓMICO
Esta afirmación la habían desmentido los abogados unas líneas antes, cuando admitía haber cobrado a las empresas de Vilar, y que vuelve a tener una versión totalmente contraria pocas líneas después. Se lee otra vez, de forma textual: "Mi representado no es un profesional de la política, como aquellos que la conciben como una dedicación exclusiva. Debido a su actividad profesional como abogado y agente de seguros, Carlos Fabra nunca podría haber renunciado a su cartera de clientes, consolidada a lo largo de muchos años para dedicarse a la política. Lo contrario sería un suicidio económico que su familia no hubiera permitido".
Son sólo algunos apuntes de un escrito, una demanda de 31 folios, en la que Fabra pide además a los juzgados de Castellón que requieran al grupo PRISA y a la Cadena SER para que retiren de comercios y librerías los ejemplares que agredan al honor de Fabra. La demanda considera a la SER, junto a otros medios de comunicación de la Comunidad Valenciana, el vehículo del material calumniador.