Un 63 por ciento de los marroquíes quiere emigrar
Un 37 por ciento lo pensaba por mejorar sus condiciones de vida y un 49 por ciento por trabajo
La campaña de sensibilización sobre los peligros de la inmigración clandestina desarrollada en Larache (Marruecos) por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y la Asociación Pateras de la Vida, iniciativa pionera en el país, desvela que un 63,82% de la población quiere emigrar.
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En conferencia de prensa, el presidente de Patera, Abdelkhalak El Hamdouichi, explicó que esta actuación puesta en marcha entre junio y agosto del pasado año consistió en la instalación de una jaima en nueve zocos, a los que acudían unas 150 poblaciones, en la que se proyectaba un documental y se exponían fotos de la llegada de los inmigrantes a la costa española o de cadáveres. Además, se informaba sobre la realidad de la vida del inmigrante en El Ejido (Almería) o en Huelva.
Aparte de esta campaña de concienciación, se hizo un cuestionario a los visitantes, que estadísticamente arrojó datos acerca de la percepción de esta comunidad sobre la inmigración ilegal, y que demuestran que de ese 63,82% de población dispuesta a emigrar, un 37% lo pensaba por mejorar sus condiciones de vida y un 49% por trabajo.
En cuanto a los medios de transporte elegidos para alcanzar España, un 16% se inclinó por la patera, que tiene un precio de unos 1.000 euros -un salario medio es de 150 euros al mes-, mientras un 12% optó por el barco -3.000 ó 4.000 euros- y un 20% por el camión, un 29% lo haría a través de un contrato -5.000 euros-, y un 25% mediante un visado falso -4.000 euros-.
LA OBLIGACIÓN DE EMIGRAR
Para el presidente de APDHA, Rafael Lara, esta realidad es "apabullante", no porque se dè sólo en Larache, sino que se extiende a todo el país, y llamó la atención de la población de las provincias no costeras, cuyo único pensamiento es emigrar sin conocer el mar, lo que les convierte en "candidatos a morir en una patera".
Lara aprovechó para criticar la política seguida por los gobiernos marroquí y español en esta materia, por insistir en medidas de "cara a la galería" y restringidas al ámbito policial, como las patrulleras conjuntas dispuestas entre Marruecos y Canarias, y apeló a una política de cooperación para el desarrollo.
Sentenció que la gente tiene "derecho" a emigrar, pero dadas las condiciones de este país, se sienten en la "obligación", forzada por necesidad, a emprender la aventura de la inmigración ilegal.
