Internacional

Bush abandona la certeza sobre las armas de Sadam Husein

Elude las preguntas sobre las conclusiones de su principal investigador en Irak

Washington

La certeza del presidente de EEUU sobre la existencia en Irak de armas de destrucción masiva se desvanece, después de que David Kay, principal encargado de su búsqueda sobre el terreno, dimitiese de sus funciones y cuestionase las pruebas esgrimidas por EEUU para justificar la guerra. Hoy, George W. Bush no descartaba la posibilidad de que pudieran encontrarse estas armas, pero se alejó de declaraciones anteriores en las que se mostraba seguro de que aparecerían.

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Las declaraciones de Kay -tras su renuncia como jefe de los investigadores estadounidenses que buscan las armas de destrucción masiva en Irak- provocaron dudas acerca de la calidad de las informaciones facilitadas por los servicios de inteligencia antes de la guerra.

Hoy, en sus primeros comentarios sobre este tema desde las declaraciones de Kay, no se mostró tan seguro como en otras ocasiones de que las armas existieran realmente, aunque anunciaba que los hombres que investigan este tema sobre el terreno proseguirán con su búsqueda en Irak.

"En primer lugar, creo que es muy importante dejar que los investigadores lleven a cabo su trabajo, para que podamos conocer los hechos y compararlos con lo que se pensó" en un principio, ha dicho el presidente de EEUU en declaraciones a la prensa durante su reunión en la Casa Blanca con el presidente de Polonia, Alexander Kwasniewski. En este sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, manifestó previamente que "es demasiado pronto para establecer conclusiones firmes" acerca de si Irak tenía o no armas de destrucción masiva antes de la invasión militar de marzo pasado.

EL MOTIVO DE LA GUERRA

Bush evitó contestar a las preguntas sobre las declaraciones que hizo antes de la invasión, en las que aseguró con rotundidad que Bagdad tenía armas químicas y biológicas, y argumentó que el gobernante iraquí Sadam Husein era "una amenaza creciente". "No hay ninguna duda... de que Sadam Husein era una amenaza creciente para EEUU y para otros", subrayó entonces Bush.

"Supimos gracias a años de trabajo de espionaje que tenía armas y que las usó", decía hoy Bush, en referencia al empleo que el ejército iraquí hizo de las armas químicas contra Irán y contra el pueblo kurdo durante el régimen de Sadam Husein. Ese historial, según el líder conservador, justificó la operación militar, "dado que tras los atentados del 11 de septiembre no podíamos confiar en las buenas intenciones de Sadam Husein, porque no las tenía".

PEDIR CUENTAS A LOS RESPONSABLES

David Kay dio por terminado su trabajo tras concluir que el derrocado règimen iraquí no tenía arsenales no convencionales. La presunta existencia de estas armas, de las que no se ha encontrado rastro tras diez meses de ocupación de Irak, fue el argumento principal de Washington y sus aliados para justificar la operación militar y derrocar al règimen de Bagdad.

Kay declaró en una entrevista con la cadena de televisión NBC que "claramente la información de inteligencia en la que nos basamos para ir a la guerra era inexacta y equivocada". Además, manifestó a la prensa que se debería pedir cuentas a los responsables de los servicios de inteligencia estadounidenses por facilitar a la Casa Blanca información inexacta al respecto.

 
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