Detenido el atracador que retuvo 12 horas a varios rehenes en Alicante

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pertenecientes al Grupo de operaciones especiales (GEO), detuvieron poco después de las 22.00 horas a un joven de 25 años que permaneció encerrado en la sucursal de Gran Vía del Banco Popular, después de que éste saliera huyendo con una moto que había solicitado.

Los hechos comenzaron a primera hora de la mañana de hoy lunes, 5 de abril, cuando dos individuos, que al parecer acudían a declarar a los juzgados de Benalúa, supuestamente intentaron atracar una sucursal del Banco Popular situado en Gran Vía.

Uno de ellos permaneció fuera, mientras que el otro, armado con una pistola, entró en al oficina. No obstante, un empleado de Prosegur que había acudido allí con el furgón se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y avisó a la policía, por lo que el segundo de los atracadores salió huyendo.

Por el contrario, el joven que estaba dentro, al percatarse de que iba a ser detenido, decidió atrincherarse en la sucursal, reteniendo con èl a ocho personas, tres de ellos empleados del banco clientes que se encontraban en la oficina en este momento.

El atracador, con antecedentes por atracos y que se encuentra fugado de un centro penitenciario, amenazó a los rehenes y a la policía con hacer explotar una granada que supuestamente llevaba consigo. Ante la amenaza de que la explotara, la policía decidió acordonar la zona creando un perímetro de seguridad y despuès desalojó a las 152 familias del edificio en el que se encuentra la sucursal, así como el local anexo al del Popular, una oficina del BBVA.

REHENES

Durante el encierro, en el que un agente de la Policía especializado estuvo negociando con èl, dejó salir a los rehenes de forma escalonada y recibió la comida que iba pidiendo. En un primer momento, a las 11.30 horas, salió una mujer mayor, a las 13.30 salieron tres mujeres más, entre ellas la apoderada del banco y ex concejal socialista del Ayuntamiento de Alicante, sobre las 14.10 un cliente y sobre las 15.20 el cajero de la entidad.

Finalmente, sólo quedaron dos personas dentro, el director de la sucursal y un cliente. Así mismo, el padre del atracador se trasladó desde Madrid para hablar con su hijo e intentar que depusiera su actitud y estuvo más de cuatro horas intentando que se entregara, aunque no tuvo èxito.

En las últimas horas, poco antes de que su padre saliera, el atracador pidió a la policía una moto para poder huir de allí. En un primer momento salió con uno de los rehenes y probó la moto supuestamente con la intención de intentar llevarse a uno de las personas retenidas, aunque luego desistió.

Finalmente sobre las 22.00 horas salió con los dos últimos rehenes, a los que liberó, sin causarles daño alguno, y huyó en la moto que había pedido. Sin embargo, 300 metros más adelante, en la confluencia de la Gran Vía con al avenida Lorenzo Carbonell, fue interceptado por una patrulla de la policía, cayó al suelo y fue inmovilizado y detenido.

En el arresto, los GEO realizaron varios disparos al aire con la intención de intimidarlo, ya que èste intentó coger la pistola durante la huida. Sin embargo, aunque en los primeros momentos se pensó que podría estar herido, el portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de la Comunidad Valenciana, Manuel Castilla, descartó este extremo.

A pesar de ello, el joven fue trasladado al Hospital General de Alicante por una unidad del Servicio de Atención Mèdica Urgente (Samu).

OPERACION LENTA

Tras la detención, Manuel Castilla compareció ante los medios de comunicación para informar de todos los pormenores acaecidos a lo largo de las doce horas de encierro. En su intervención, Castilla resaltó que la operación se había desarrollado con lentitud porque el joven enseñó repetidamente la granada de mano que amenazaba hacer explotar y una pistola, con la que realizó tres tiros al aire durante el encierro.

Castilla indicó, preguntado por los periodistas, que la granada parecía "correcta" y que tuvieron cautela a la hora de actuar, ante la posibilidad de que la explotara.

Además, destacó que un negociador especializado de la Policía Nacional estuvo intentando que el detenido abandonara el encierro y que accedieron a todas las peticiones que realizó, entre ellas, la comida, bebida, el vehículo y la heroína.

Tambièn resaltó la labor de los GEO, quienes se encargaron íntegramente de la detención del atracador, y que estuvieron a lo largo de todo el encierro preparados para actuar, tanto en tierra como en algunos lugares estratègicos, donde estaban apostados los francotiradores.

Finalmente mostró su satisfacción por el hecho de que ninguna de las personas que estuvieron retenidas varias horas dentro de la sucursal bancaria hubieran resultado heridas, ya que en un principio el detenido supuestamente intentó salir con un rehèn en la moto, aunque finalmente desistió.