Una célula terrorista escondió a un sospechoso del 11-M en Francia
Miembros de la célula ligada al Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes han reconocido que escondieron a un hombre buscado por los atentados de Madrid, publica Le Parisien
París
Uno de los sospechosos buscados por los atentados del 11 de marzo fue albergado "recientemente" por la célula ligada al Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM) que fue desarticulada la semana pasada en Francia.
La noticia la publica hoy el diario francés Le Parisien. Tres de los seis miembros de la célula procesados y encarcelados en París el pasado viernes y la esposa de uno de ellos reconocieron "formalmente" que escondieron a un hombre, que es objeto de una orden internacional de arresto en relación con los atentados del 11-M, precisa el rotativo, que no revela su identidad.
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El pasado 7 de abril, los investigadores registraron dos apartamentos a las afueras de París en los que el prófugo se habría alojado, aunque huyó. El sospechoso, que es buscado por la policía, podría haber tenido conocimiento de la preparación de un atentado pero "formaría parte del segundo círculo de los presuntos organizadores", asegura el rotativo citando fuentes policiales.
Cuatro de los miembros de la célula durmiente desarticulada eran buscados por la justicia marroquí en relación con los atentados de Casablanca que causaron la muerte de 45 personas, en mayo de 2003. El presunto coordinador de la célula era el marroquí Mustafa Baouchi, de 29 años, electrónico y especializado en artefactos explosivos, quien en sus viajes a Afganistán en 1998 y 2000 habría conocido a miembros del estado mayor de Al Qaeda y destacado integrantes de la "yihad". El papel del grupo era ocuparse de "la logística de la red", señala Le Parisien.
Precisa el diario que uno de los integrantes tenía la misión de enviar el dinero, recogido en comercios locales (garajes, tiendas de alimentación, etc), al responsable del GICM en Europa, con base en Bélgica. El dinero era repatriado luego a Marruecos.