Sociedad

La Audiencia de Salamanca mantiene al niño del Royo con su madre biológica

La Audiencia de Salamanca ha ratificado que Diego Lucas, más conocido como 'el niño de El Royo', siga bajo la custodia de su madre biológica, Margarita Bernal, como así había decretado el Juzgado de Primera Instancia número 6 de la capital salmantina. La Junta de Castilla y León no anunciará si recurre hasta que conozca oficalmente el auto.

El auto de la Sala desestima el recurso de apelación que la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades presentó el pasado día 3 de febrero contra la decisión del referido Juzgado, que volvió a poner al menor bajo la custodia de su madre biológica, quien sufre un trastorno bipolar de la personalidad.

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En dicho recurso la Junta esgrimía razones procedimentales, entre ellas que el juez emitió su auto sin haber tenido en cuenta los informes emitidos por los equipos de Intervención Familiar de la Junta y, además, entendía que "persiste la situación de desprotección del menor", de ahí que se solicitara la vuelta de éste a su situación anterior.

La madre biológica de Diego, en declaraciones a Europa Press, aseguró desconocer la decisión de la Audiencia salmantina pero, en cualquier caso, declaró que "es la única decisión que cabía. La verdad es que no estaba preocupada y hoy por hoy estoy centrada en mi marido, que sigue preso en Alicante, y en mi hijo, con el único deseo de que le den pronto las vacaciones de verano".

Por su parte, el delegado de la Junta en Salamanca, Agustín S. de Vega, advirtió de que la Administración regional aún no ha recibido notificación oficial del auto e indicó que una vez sea recibido será analizado por los Servicios Jurídicas con la premisa de "garantizar los derechos del menor".

El titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Salamanca, Luciano Salvador Ullán, justificó en diciembre de 2003 su decisión de devolver la custodia del 'niño de El Royo' a Margarita Bernal en que "el vínculo afectivo entre madre e hijo está plenamente establecido" y en que la citada mujer, pese a su enfermedad, se encuentra plenamente capacitada para ello.

En su auto el referido juez precisaba igualmente que en ningún momento había habido incumplimiento intencional de las labores de guarda del niño por parte de Margarita y que si ésta fue ingresada a inales de septiembre en un centro hospitalario no fue por mendigar con su hijo en el metro de Madrid, xtremo que considera no acreditado, sino por una "descompensación" emocional sufrida como consecuencia del encarcelamiento de su pareja en la prisión de Foncalén (Valencia) por un delito de incendio.

Fue esta última circunstancia, con la hospitalización de Margarita y el encarcelamiento del marido, la que llevó el 26 de septiembre a la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid a declarar la situación de desamparo del menor, lo que llevó a la Junta de Castilla y León, previo auto de este mismo juez, a ingresarle en un centro de acogida de la capital salmantina, en el que se encontraba hasta que el Juzgado de Primera Instancia 6 decidió volver a ponerlo bajo custodia de la madre biológica.

Así, el juez autor del auto recurrido por la Junta, a tenor de numerosos informes, constataba que el aprendizaje del menor en los quehaceres propios y normales de su vida cotidiana podía calificarse al menos como normal e incluso excelente y su desarrollo intelectual responde a unos cánones también normales.

Por ello, el magistrado destacaba que "si este es el estado del menor en el momento actual, tales actitudes y comportamientos sólo podían provenir de la persona que lo ha tenido a su cuidado y prestado la atención necesaria. Es la madre la principal responsable de tal situación, y por los resultados conseguidos difícilmente podría admitirse su incapacidad o imposibilidad para tener bajo su guarda y custodia al hijo que sólo ella ha parido", advertía.

Además, el juez incidía en que "en el caso de autos entre la madre y el hijo existen fuertes lazos de afecto, y una y otro quieren vivir en compañía. Si el deseo del menor es la continuidad de su vida con su progenitora, de igual modo que lo ha hecho hasta ahora, no cabría otra decisión que acordar y encomendar la guarda y custodia de Diego a su madre".

Finalmente, Luciano Salvador hacía referencia en su auto al trato restrictivo de la Junta en el régimen de visitas concedido a Margarita mientras el menor estuvo en el centro de acogida y, a este respecto, aludía a determinadas declaraciones en las que se indica que "la metodología que le ha impuesto la Administración regional estaban muy lejos de la consecución de una reunificación familiar y no se correspondía con el objetivo".

Por todo ello, resolvió autorizar la permanencia continuada de Diego con su madre biológica, quien ostenta desde entonces su guarda y custodia y que seguirá con ella, como así ha ratificado la Audiencia de Salamanca.