Aznar asegura que el PSOE no tiene un proyecto porque gobierna gracias al 11-M

Madrid

José María Aznar ha repasado hoy las primeras actuaciones del Ejecutivo socialista y ha concluido que perjudicará la "estabilidad, progreso y convivencia" de España, tanto nacional como internacional, por la falta de convicciones y la debilidad "que ahora se llama talante". Aznar explicó que los socialistas llegaron al poder sin un proyecto y "como consecuencia del 11 de marzo" y que, desde entonces, no han precisado "ni las ideas, ni los principios que guían la trayectoria de la acción de Gobierno".

En su conferencia inaugural de la escuela de verano organizada por la Fundación FAES, Aznar expresó su preocupación por que los socialistas sigan sin un proyecto de gobierno tres meses después de las elecciones, y advirtió de que "sin principios ni valores sólo queda el oportunismo, el marketing y la demagogia, o eso que ahora se llama talante".

Así, explicó que "el PSOE llegó al Gobierno como consecuencia del 11 de marzo: ellos lo saben y los demás también; antes del 11 de marzo no tenían un proyecto, ellos lo sabían y los demás también; no esperaban gobernar, ellos no lo esperaban y los demás tampoco" y que "lo más llamativo es que, tres meses después se sigue igual", con la diferencia de que ahora "son los que gobiernan".

Fue entonces cuando aseguró que "acaban de concluir su congreso (...) y yo ahora no veo ningún proyecto que no consista en el derrumbe sistemático y concienzudo de todo aquello que ha hecho que este país fuerte y próspero durante estos años".

EL 13-M, "LA JORNADA MÁS ANTIDEMOCRÁTICA"

"Es difícil encontrar una jornada tan profundamente antidemocrática como la del día 13 de marzo. Los que la promovieron, tendrán un baldón colgado del cuello durante toda su vida", aseguró.

Dijo que "los responsables de haber enviado a miles de personas a coaccionar a ciudadanos libres y pacíficos en una democracia libre y pacífica a agredirles e insultarles esos como digo tienen uno de los peores de los baldones de la historia democrática de nuestro país al cuello. Tiempo habrá de hablar de todo eso".

A 24 HORAS DE LA COMISIÓN DEL 11-M

Aznar había nombrado brevemente los atentados del 11-M en el discurso inaugural que pronunció en el seminario, pero fue en el debate con los alumnos donde se detuvo en esta cuestión.

A 24 horas de que se inicien las comparecencias en la comisión de investigación parlamentaria sobre aquellos ataques terroristas, el ex presidente vaticinó, citando a Gracián, que "la enterísima verdad se hará camino y hará justicia".

EN CONTRA DE LO DICHO POR RAJOY

Aznar afirmó que la Constitución Europea es "lamentable" y que los ciudadanos se lo deberían pensar mucho antes de votarla. Esta afirmación choca con la línea mostrada por Rajoy tras los debates surgidos como consecuencia del acuerdo de Estambul sobre la Constitución de los 25. A pesar de que Rajoy había criticado la postura española durante y después de la negociación, finalmente optó por apoyar un voto afirmativo en el futuro referéndum.

El ex presidente aseguró también que en materia de política exterior y de seguridad, "salir corriendo no es una política, es sencillamente la mejor fórmula para perder la confianza de los amigos y el respeto de los adversarios", y subrayó que, en la negociación de la Constitución europea, España se fue voluntariamente de la "mesa de los grandes" a la "mesa de los niños, donde no se decide nada", y subrayó que "lo peor es que no nos han echado, nos hemos ido voluntariamente".

LOS RIESGOS DE LA "CIRUGÍA CONSTITUCIONAL"

Así planteó que en un país en que "se dan simultáneamente el secesionismo político y la amenaza del terrorismo separatista", el Gobierno "cometería el mayor error posible si emprendiera una reforma constitucional".

"Se podrán poner todos los paños calientes que se quieran", ha asegurado Aznar, "pero en el momento en que se tome el bisturí y se empiece a hacer cirugia constitucional, creo que vamos a empezar a ver de cerca algunos riesgos que quedaron felizmente superados en la transición democrática".

En este caso, también Aznar ha marcado la línea dura del PP, al contrario que Rajoy, quien había manifestado en otras ocasiones de forma más moderada que estaría dispuesto a dialogar sobre los "límites y los plazos" para las hipotéticas reformas constitucionales.