Fungairiño, polémico a la fuerza
El cabecilla del grupo de "fiscales rebeldes" protagonizó en el pasado parecidos episodios al de hoy en la comisión
Madrid
No es la primera vez que unas declaraciones de Eduardo Fungairiño, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, dejan a todos estupefactos. Nos remontamos a 1997. Criticado por todas las asociaciones de fiscales y rodeado por la polémica, es nombrado fiscal jefe de la Audiencia Nacional y a los pocos meses se desata la primera tormenta.
Un informe de Fungairiño justificaba la actuación de los militares en las dictaduras chilena y argentina porque las Juntas Militares "sólo pretendían la sustitución temporal del orden constitucional establecido".
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Las críticas forzaron la comparecencia en el Congreso de los Diputados de Jesús Cardenal -entonces fiscal general del Estado-, que calificó la frase de desafortunada y a continuación, resaltó el compromiso de Fungairiño con la democracia.
Cabecilla del denominado grupo de "fiscales rebeldes", Eduardo Fungairiño fue expedientado por ocultar un informe sobre el atentado de ETA contra José María Aznar. Cuando apareció el documento y se le pidieron explicaciones, aseguró -sin atisbo de sonrojo- que, "en función del resultado, las investigaciones se aportan al juzgado sólo si favorecen las tesis de la acusación". Por dicha falta grave le fue impuesta una sanción de 50.000 pesetas, que comparó con una multa de tráfico.
Más recientes son sus opiniones sobre el accidente del Yak-42. Cree Fungairiño que no es procedente investigar el caso porque no ve responsabilidad penal y porque son hechos ocurridos en el extranjero.